Jon Oleaga el 10 mar, 2015 Por fin nos deja Apple ver su esperado smartwatch, y las opiniones en las redes sociales son de lo más variadas. Está claro que los usuarios de iPhone lo esperaban como agua de mayo, ya que el único reloj inteligente que tenían para conectar a su teléfono, era el ya obsoleto Pebble. La jugada de Apple está clara, van a vender diseño y no tecnología, es decir, un complemento de moda y no un gadget. La mayoría de las personas que hoy día usan un smartwatch, siguen siendo los “early adopters”, o lo que es lo mismo, los tecnófilos amantes de la última tecnología. Por decirlo de alguna manera, Apple quiere que no sólo Leonard, Koothrappali, Sheldon o Wolowitz de The Big Bang Theory compren su Apple Watch, sino que lo haga alguien como Penny. Pero, como me dijo una vez Aise Ildeniz, directora general de desarrollo de negocio y estrategia del grupo de nuevos dispositivos de Intel, las personas a las que les gusta la moda no quieren que se les vea con un objeto con apariencia tecnológica. La tecnología, exceptuando el móvil, que ya es un elemento indispensable, sigue considerándose “geek” y no “de moda”. Si Apple quiere cambiar esto con su oferta, tiene un largo trabajo por delante, pero está claro, que si alguien lo puede conseguir, son ellos. De todas maneras, y sobre gustos no hay nada escrito, a mi el Apple Watch me parece bastante feo, sobre todo comparado con su competencia con esfera redonda como el LG Urban o el Moto 360 que tienen un aspecto bastante más elegante. Después de leer algunos comentarios comentando cómo Apple “ataca” el mercado de los relojes de lujo con su versión de 10.000 dólares, dudo mucho que Rolex estuviera temblando durante la presentación de Apple de ayer. Hay una gran diferencia entre comprarse un Rolex de 10.000$ y un Apple Watch, la obsolescencia técnológica. Mientras un Rolex tiene una vida útil, prácticamente ilimitada ya que hay llegado a su pico de innovación tecnológica, cualquier smartwatch puede quedar obsoleto en tan sólo un año. Otros temas Comentarios Jon Oleaga el 10 mar, 2015