Por la Dra. María Fidalgo Casares.
El Académico y pintor de Batallas Augusto Ferrer- Dalmau ,ha sido nombrado Legionario de Honor.
Tras una larga trayectoria dedicándose en solitario y creando una corriente artística a pintar la Historia de España, que es la Historia de todos, parece que la vida le está recompensando no sólo con una inquebrantable fidelidad de su público, sino con distinciones y galardones.
Sin embargo, es un pintor de oficio que “se ha echado a la espalda” muchas responsabilidades, entre ellas, preparar una serie de lienzos conmemorativos de nuestra actuación en América y la circunnavegación del planeta, cuyo aniversario se cumple en ciernes. Por ello, debido a los plazos de entrega y a su gran perfeccionismo en que sus cuadros sean ejecutados como merece el episodio que narra, se encuentra siempre recluido en su estudio.
Pero en este caso no podía- ni quería- en ningún modo- declinar la invitación. Aunque su admiración es total con todos los cuerpos del Ejército español, tiene una debilidad manifiesta por la caballería y por la Legión. Y en este caso, el nombramiento no podía ser más emotivo: era requerido para ser distinguido como ” Legionario de Honor” .
En Almería en la Base ‘Álvarez de Sotomayor’, sede de la Brigada de La Legión en Viator, se celebra cada 2 de mayo, como en todas las Unidades de Artillería del Ejército de Tierra, una parada militar realizada por el Grupo de Artillería de La Legión para recordar la gesta de los Heroicos Capitanes Daoiz y Velarde.
Esta vez, junto a los actos de rigor se concedía así la distinción de “Legionario de Honor” a nuestro Pintor de Batallas.
“Por los méritos y circunstancias que concurren en la persona del Sr. D. AUGUSTO FERRER-DALMAU NIETO, pintor de reconocida valía, por la que ha sido galardonado con numerosas distinciones y premios, y cuya vocación por la milicia, le ha llevado a pintar magníficos cuadros de temática legionaria”. Ha realizado varias visitas a zonas de operaciones en las que La Legión estaba desplegada (Afganistán, Líbano y Mali), compartiendo experiencias y viviendo el espíritu legionario que refleja en su obra, contribuyendo a difundir a la sociedad los valores castrenses y en especial los reflejados en nuestro Credo Legionario, demostrando su amor a este cuerpo, es por lo que La Legión tiene a bien concederle el Titulo de “Legionario de Honor”.
El General Juan Jesús Martín Cabrero que presidió el acto militar de Viator, siendo el jefe de la línea el Teniente Coronel Jefe del Grupo de Artillería, D. Francisco Javier García Gómez. T
Tras rendir los honores a la autoridad y pasar revista a la fuerza, se impusieron las distintas condecoraciones al personal del Grupo y se nombró a D. Augusto Ferrer-Dalmau Nieto como Legionario de Honor, tal y como recogen las fotografías en el que junto al Diploma acreditativo, le era impuesto el clásico chapiri.
Ferrer- Dalmau y la Legíon.
Y es que Ferrer- Dalmau ha dedicado algunas de su obra a reconocer la valía y el espíritu de la Legión. Y no pecamos de subjetivos al decir que ha sabido captar como nadie sus intrínsecos valores a través de todos sus lienzos. Pero es más, ha manifestado su interés en participar activamente en los actos del centenario de su fundación que se cumple en 2020. Y qué mejor compromiso y honra para esta fuerza militar que su voluntad de dedicarle un cuadro de grandes dimensiones. Al preguntarle por el capítulo que narrará, el artista no quiere desvelarlo y prefiere que sea una sorpresa para esta fuerza a la que tanto admira.
Su admiración hacia la Legión se gestó desde niño, y se fraguó cuando compartió con ellos sus misiones en Líbano y Mali. En estas zonas en conflicto convivió con los legionarios españoles. Con algunos de ellos establecería allí especiales vínculos, como es el caso del General Jefe de la Brigada Juan Jesús Martín Cabrero, de quien recibía en el acto del 2 de Mayo el “chapiri”
El pintor catalán compartió con la Legión en Líbano y Mali momentos inolvidables. Su valor, su sentido del honor y el amor a España quedarían grabados a fuego en su memoria. Tiempo después la vida volvería a unirles en este emotivo acto. “El pintor de Batallas” se convertía en uno de ellos.
