ABC
Suscríbete
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizMi ABCABC
Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

El irrepetible e inimitable maestro Berlanga

El sábado 12 junio se cumplen cien años del nacimiento del cineasta Luis García Berlanga. Memoria visual y mordaz del cine español

Pablo Delgadoel

El cine, desde su invención, ha sido y es un medio por el cual se cuentan historias reales o ficticias. Una forma de contar historias a través de imágenes en movimiento que dan como resultado un entretenimiento. Un documento visual que además se convierte en modelo de representación histórica de momentos vividos por la sociedad, y ahí, entran ya las perspectivas de los creadores y directores que buscan contar dichas historias por medio del cine.

En España hemos tenido un modelo de director original, inusual e irrepetible que contaba sus historias utilizando la sociedad española y momentos concretos por los que estaba pasando, para mostrar así un tipo de cine mordaz, elocuente e inteligente. El 12 de junio se cumplen 100 años del nacimiento del inigualable, irrepetible e inimitable Luis García Berlanga (1921-2010).

En pocos casos la obra de un cineasta está tan ligada a su biografía como en la de Berlanga. La mayoría de sus películas se ven enriquecidas por numerosas anécdotas personales que contribuyen a definir a unos personajes que suelen encontrarse con experiencias concretas; además, su estilo cinematográfico responde coherentemente al propio estilo personal de Berlanga, un estilo irrepetible, como por ejemplo, esas escenas (fruto también de la colaboración junto a Rafael Azcona y Juan Antonio Bardem) en las que se suceden varios diálogos a la vez o se van encadenando unos diálogos con otros de una forma ágil y eficaz que dan ese estilo tan personal a su obra.

Berlanga parodió el cine histórico producido por la Compañía Industrial de Film Español, creada en 1932 y más conocida como Cifesa, que vivió su época de esplendor entre 1942 y 1945 llegando a tener un promedio de cuatro películas por año durante la década y que cerró sus puertas en 1961, con películas como «Esa pareja feliz; homenajeó a Pudovkin en ¡Bienvenido Mister Marshall!; glorificó las rendiciones militares en Novio a la vista; se dejó influir por Jean Vigo en Calabuch; atacó la milagrería, aunque nunca persiguió la religión ‘en plan energúmeno del laicismo’, en Los jueves, milagro; abordó la incomunicación en Plácido; realizó un alegato contra la pena de muerte en El verdugo; presentó a la mujer como un parásito del hombre en La boutique; miserabilizó a los extranjeros y analizó la figura de la madre en ¡Vivan los novios!; se acercó a la soledad y a la indefensión del hombre ante la mujer en Tamaño natural; mostró que el grupo anula y aniquila al individuo en La escopeta nacional; ha certificado la decadencia irreversible de la aristrocacia» con Patrimonio Nacional y Nacional III; satirizó la guerra civil con La vaquilla mostrando esa España que siempre pierde; para terminar su filmografía con Moros y Cristianos, Todos a la cárcel y París Tombuctú.

Siempre cuando se llegan a fechas señaladas como el nacimiento o muerte de un personaje relevante de la cultura, se acude a revisar su obra, y que mejor que la de un director de cine que volviendo a ver sus películas, además de acceder a sus reflexiones y conversaciones por escrito como la que mantuvo allá por 1980 con el periodista Manuel Hidalgo cuando, en compañía del también crítico Juan Hernández-Les, mantuvieron con el director durante meses multitud de entrevistas con destino final en un libro: El último austro-húngaro. Conversaciones con Berlanga, que recupera y actualiza Alianza Editorial.

Una reflexión dialogada y compartida en la que el lector podrá encontrar una radiografía de la obra de Berlanga en el grueso de estas conversaciones. Con sus largometrajes que han dejado su impronta en la historia de la filmografía española. Retratos y miserabilización de los individuos, que envueltos en esa sátira e ironía berlanguiana, ensalzan la manía de su obra a mítica y reconocible.

«Como persona, soy cristiano; como creador, anarquista, y como súbdito, liberal», se definía el director. «Es un cineasta que cree en la libertad antes que en la revolución en el individuo antes que en la sociedad, en la soledad antes que en la comunicación», decía el cineasta valenciano.

Un análisis pormenorizado de su persona y de la filmografía, su estilo cinematográfico, su mirada hacia la vida y el núcleo esencial de su personalidad, el talento, el humor y la agudeza de pensamiento. «Luis G. Berlanga se vestía de indiferencia y de pereza para meterle a la censura cuchillos como El verdugo, que llegaban al corazón mismo de la dictadura».

«Luis es, sin duda, un hombre que trabaja en zapatillas, porque todo su cine está como enzapatillado, traído de la categoría histórica a la anécdota cotidiana, y narrado con sigilo, sin grandes palabras ni grandes travellings. Por eso es un cine popular y exigentísimo (en la exigencia del medio tono), que sugiere a media voz lo que otros querían denunciar a voces».

Berlanga intuia la vida que se configuraba a modo de folletín, en folletón, en serial, en melodrama, para acabar como una pieza teatral breve de un tema jocoso y normalmente de carácter popular. «Conocedor, pues, de la morfología de lo cotidiano, que nunca es sublime, se limita a filmar la vida por sus costados más obesos, y luego hace el montaje de esa filmación procurando que nada quede demasiado artístico ni redicho».

El director valenciano fue el primer gran creador de nuestro cine. Y sus méritos son dobles teniendo en cuenta cómo llegó a sortear a la censura franquista del momento, para llevar a la gran pantalla críticas a la guerra y a la violencia, así como denuncias sociales que reflejaban las duras realidades de nuestra historia.

Siempre solemos acudir a los libros de Historia para conocer hechos pasados, que está muy bien, pero en España le podríamos añadir como un complemento inmejorable las comedias de Berlanga. Una filmografía que ha ido elaborando toda una lección, crítica y sátira social de la historia española desde la perspectiva de un humor y un costumbrismo excepcional. Su legado es memoria visual de las vivencias de la gente de a pie que aspiraban ante todo a una supervivencia.

El último austrohúngaro. Conversaciones con Berlanga // Manuel Hidalgo y Juan Hernánez Les // Alianza Editorial // 2020 // 22 euros

Libros

Tags

Pablo Delgadoel

Post más recientes