Hablar de Dan Brown (1964) es hablar de misterios, conspiraciones y noches sin dormir pasando páginas. Desde que El código Da Vinci se convirtió en un fenómeno mundial, Brown se consolidó como uno de los autores de thriller más leídos del mundo. Novelas como Ángeles y Demonios, Inferno u Origen siguen una fórmula reconocible: capítulos cortos, enigmas históricos, ciencia, religión y un protagonista ya icónico, el profesor Robert Langdon.
Aunque su estilo ha sido criticado por repetitivo, lo cierto es que Dan Brown sabe exactamente cómo atrapar al lector medio: información intrigante, ritmo vertiginoso y la constante sensación de que algo enorme está a punto de revelarse. Con El ultimo secreto (Planeta), Brown sigue con el profesor Robert Langdon en una historia que mezcla ciencia, conciencia humana y misterio. La novela comienza en Praga, donde el profesor asiste a una conferencia de Katherine Solomon, científica noética y su pareja. Lo que debería ser una simple charla académica se convierte en el inicio de una pesadilla: un asesinato, la desaparición de la propia Katherine y un manuscrito capaz de cambiar nuestra comprensión de la mente humana.
A partir de ahí, el lector se embarca en una carrera contrarreloj que cruza varias ciudades del mundo, con sociedades secretas, persecuciones y preguntas inquietantes sobre qué es realmente la conciencia… y quién controla el conocimiento, todo ello en la fórmula Brown: ocurre la trama en pocas horas.
Uno de los grandes aciertos del libro es su ritmo. El autor sigue siendo un experto en mantener la tensión lectora: capítulos breves, finales abruptos y revelaciones constantes. Mostrando a los personajes desde varios puntos de vista y en paralelo a la trama, confluyendo finalmente en en el mismo punto final; hace de la historia que atrape, y sobre todo, sea amena de leer. Es un libro que se lee rápido y que engancha desde las primeras páginas.
En cuanto a la temática de la conciencia humana, aporta un aire fresco respecto a las clásicas conspiraciones religiosas, y se agradece que Brown intente explorar nuevos territorios. Sin embargo, esta ambición también puede jugar en su contra: algunas ideas científicas se sienten poco desarrolladas o demasiado especulativas, y a veces parecen más un recurso para sorprender que para profundizar. La abundancia de explicaciones teóricas y datos enciclopédicos puede resultar también excesiva y ralentizar momentáneamente la narración, pero aún así, la tensión se mantiene casi de forma ininterrumpida, lo que convierte la novela en una lectura ágil y accesible para un público amplio.
A su vez, los personajes, Langdon sigue siendo el mismo de siempre: inteligente, culto y algo distante emocionalmente. La relación con Katherine Solomon añade un toque personal interesante. Los antagonistas cumplen su función, pero no destacan especialmente frente a villanos de novelas anteriores.
Pero hay que reconocerle algo a Brown: sabe escribir páginas que se leen solas. Por el ritmo trepidante que inculca en la lectura y que te empuja a leer cada vez más. Es el típico libro que devoras en pocos días sin darte cuenta. Es una novela bien construida y coherente con el universo narrativo de Dan Brown. No representa una evolución significativa en su obra, pero cumple con lo que promete: misterio, acción y una conspiración que invita a cuestionar certezas.
En definitiva, El último secreto te deja con una clara sensación de entretenimiento. Una lectura suficientemente intrigante para pasar varias noches enganchado, aunque quizá no supere a clásicos como El código Da Vinci o Inferno, pero si quieres un thriller ligero y lleno de acción, este libro cumple, por lo que, a estas alturas, leer a Dan Brown es como pedir tu comida favorita de siempre: sabes exactamente qué te van a servir y que te va a gustar.
El último secreto // Dan Brown // Planeta // 24,90 euros // 2025