Ángel González Abad el 28 may, 2014 Al final de la notable corrida de Fuente Ymbro, cuando Uceda Leal había demostrado una vez más su clase y el valor de su espada, cuando Matías Tejela dejó pasar, precisamente por la espada… y algo más, una puerta grande con el gran toro que hizo tercero; al final de la tarde se vivió la verdad de toreo con las banderillas. Ángel Otero citó con guapeza, cuadró en la cara y clavó dos extraordinarios pares que pusieron los tendidos en pie, como pocas veces en lo que va de Feria. Fue un gran momento de torería, del mejor toreo. Dos grandes pares de un Ángel Otero que no han sido los primeros en este San Isidro. Aquí recuerdo el post publicado en este mismo blog el pasado domingo día 11 de mayo: “En medio del naufragio de la casta Alabaserrada de los toros de Escolar y mientras Robleño, Pérez Mota y Miguel Ángel Delgado andaban también sin encontrar el camino de la casta torera, un subalterno, Ángel Otero, hizo lo más torero el domingo en la tercera de la Feria de San Isidro. Fueron dos pares de banderillas plenos de torería, con la naturalidad como eje en la forma de citar, en el ir al toro, en cuadrar en la cara y en salir andando. El primero, sensacional; el otro superior aún. Una lección de buen torear, que eso es lo que hizo Otero cn los palos ante el cuarto de la tarde. Sin el mínimo aspaviento, sin carreras ni pasos militares a velocidad de legionario, sin saltos circenses y sin sprint alguno Dos pares de banderillas, dos grandes pares de banderillas, que recordaron que el toreo es, sobre todo, naturalidadd, despaciosidad, temple.” Toros Tags Angel OteroFuente YmbroLas VentasSan Isidrotoros Comentarios Ángel González Abad el 28 may, 2014