Ángel González Abad el 16 may, 2018 Talavante comenzó la faena de muleta al tercer nuñezdelcuvillo por bajo. Doblándose y embebiendo la embestida, llevándolo lejos, muy lejos. Toreando, nada de dejar pasar, con mando. Y de pronto, con el toro por los adentros, el mismo doblón, el mismo temple, y una mirada al tendido que electrizó Las Ventas. Como una descarga, el muletazo por bajo con el descaro del torero caló muy fuerte, y conectó definitivamente al extremeño con las más de veinte mil almas que abarrotaban el coso madrileño en el primer “no hay billetes” de este San Isidro. El “nuveau” Ferrera, su gran estocada al primero, el empaque de Manzanares y su espada indómita, complementaron la tarde de un desafiante Talavante que se dejó atrás la Puerta Grande de Madrid por un espadazo de menos. Un Talavante que convenció de principio hasta casi el fin en la tarde en que se recordó a Joselito 98 años después de la tragedia de Talavera. Todo comenzó con una electrizante mirada… Toros Comentarios Ángel González Abad el 16 may, 2018