Ángel González Abad el 17 may, 2017 El Parlamento autonómico madrileño ha aprobado que los presidentes de las corridas de toros en Las Ventas sean aficionados. Y ojalá acierten, que hay mucho que batallar en la primera plaza. Habrá cambios, seguro. Y muchas dudas. Para empezar, a ver si se dejan de dar tantos sartenazos como se están prodigando con la espada. ¡Qué horror! ¡Cuántos bajonazos, cuánta estocada trasera, cuánto acero por las paletillas! Y ya puestos, a ver qué hubiera pasado con un aficionado en el palco ante la petición de oreja para el Fandi. Trofeo sí, trofeo no. O con el duelo por el cuarto par. Esa es la cuestión. Porque una cosa no va a cambiar: que Madrid se entregue al Fandi, que parece que los cimientos del toreo se resquebrajarían si el de Granada paseara una oreja por el ruedo venteño. Ya se sabe que para ser buen aficionado hay que negar el pan y la sal al esforzado torero, que aplaudirlo no viste en ciertos círculos que se arrogan la pureza de la Fiesta. Ahí ya tienen trabajo los aficionados que suban al palco, pues arreglado lo del Fandi, el toreo está a salvo. Toros Comentarios Ángel González Abad el 17 may, 2017