Ángel González Abad el 25 may, 2013 Resucitó Talavante ¿Resucitó? Cortó dos orejas a un toro y se lo llevaron a hombros hasta la calle de Alcalá. Una semana antes había salido cabizbajo tras la decepcionante tarde en solitario con los victorinos. Talavante se sobrepuso, que duda cabe. El tercer toro de la buena corrida de Victoriano del Río, huía de los caballos como alma que lleva el diablo. Un manso que sacó casta y motor y que tuvo un pitón izquierdo para glorificar. El extremeño cuajó una faena emocionante, con momentos excelentes, precisamente cuando conjugó temple, mando y sensibilidad toreando con la muleta en la izquierda. Hubo intermitencías, y, sobre todo, esa emoción que emana de la lucha, la base de la Fieeta. Quedaba la suerte suprema, un estoconazo con fe, que le devolvió definitivamente al planeta de los toreros. Madrid se le entregó, perdonó si había algo que perdonar, y se lo llevó al cielo en una tarde feliz. Feliz también para el ganadero Victoriano del Río, por su impecable corrida, y feliz para el francés Sebastián Castella, que se atemperó y esculpió el toreo al natural en un día puede que también de reencuentros. Y no se si tan feliz se fue Manzanares, estética y buen trazo con su primero, pero con muchas dudas en el otro… Toros Tags CastellaMadridManzanaresSan IsidroTalavantetoros Comentarios Ángel González Abad el 25 may, 2013