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Blogs Entre barreras por Ángel González Abad

#FuerzaZaragoza – Serolo, la Diputación y el contrato de alquiler

Ángel González Abad el

Al margen de que la grave situación que atraviesa la plaza de toros de Zaragoza es fruto de múltiples razones y múltiples culpables a lo largo de los años, la gestión que en las dos últimas temporadas ha llevado a cabo la empresa Serolo ha hecho que La Misericordia haya tocado fondo. Y sobre la gestión de la empresa de Sebastián y Carlos Rodríguez se ha referido el presidente de la institución propietaria, la Diputación Provincial de Zaragoza, el popular Luis María Beamonte, que no ha hecho otra cosa que poner el dedo en la llaga al hablar del contrato de alquiler que se le hizo a Serolo por un periodo de cinco años.

Aquí se ha repetido: muy pocos pueden entender que tras un pleno de la Diputación (27 de diciembre de 2012) en el que con el acuerdo de todos los grupos políticos se decididó la resolución del contrato con la empresa arrendataria y se emprendió el deshacucio vía judicial; esa misma empresa haya realizado la programación de toda la temporada 2013 sin cumplir con las condiciones que ella misma se exigió para acceder a la gestión. En unas recientes declaraciones, el presidente Beamonte ha insistido en las causas de resolución del contrato (impago del canon entre los múltiples incumplimientos), y confesó que la Diputación se equivocó al plantear un contrato de arriendo de la plaza en vez de seguir con el habitual contrato administrativo de concesión de servicios.

Y ese alquiler ha permitido a Serolo seguir al frente de La Misericordia. Le ha dejado programar una temporada en la que le faltan por dar al menos tres corridas de toros y algunas novilladas (que los abonados de temporada  pagaron en el mes de marzo). Le ha dado vía libre para seguir sin abonar el canon (la deuda puede ascender al medio millón de euros). Le ha facilitado anunciar carteles que apenas han concitado el interés de mil personas y hasta le ha hecho posible dejar la plaza sin acomodadores… Y todo porque los técnicos de la Diputación convencieron al presidente (Beamonte dixit) de que ese contrato era lo idóneo¡Vaya ojo el del técnico convincente! Un contrato que por unanimidad de las fuerzas políticas que integran la corporación se da por resuelto desde hace casi un año y que permite a un empresario que no cumple seguir haciendo y deshaciendo a su antojo. Incluso ha permitido que el empresario se haya enzarzado también judicialmente contra la Diputación reclamando cantidades millonarias por distintos motivos. Un lince el técnico.

Vamos, que el técnico que convenció al presidente del contrato de alquiler se merece un homenaje, que no sabemos cuando será, porque la historia todavía no ha terminado.

Toros

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