Padilla se ha entregado en cuerpo y alma en sus dos tardes de la vuelta a La Misericordia de Zaragoza. Si emotiva fue la tarde de pasado da 10, y se lo llevaron a hombros por la puerta de cuadrillas al cortar una oreja en cada toro; en el da grande de la capital aragonesa nadie le puede negar que se ha jugado la vida para abrir de par en par, esta vez s, la puerta grande del bicentenario coso.Tras el drama del ao pasado, ver por dos veces izado a hombros al Cicln de Jerez reconforta como aficionado. Ya lo advirti hace unos meses: quiero torear en Zaragoza cuando se cumpla un ao de la cogida, y ese da ser de puerta grande. Misin cumplida, una Feria perfecta. Y si el primer festejo estuvo marcado por las emociones y la pasin desbordada, en su segunda comparecencia solo transcendi su toreo, su valenta y su sentido de la lidia, solo.Padilla le cort por derecho las dos orejas al que abri plaza de Bauelos. Como en todo doble trofeo se puede discutir si la segunda oreja fue o no excesiva. Lo objetivo es que tras torear con mano baja por el pitn derecho, tras cuajar algunos estimables naturales, y antes, embraguetarse con el capote y lucir en banderillas, lleg un estoconazo definitivo.Daba gozo verlo abrir por derecho la puerta grande en un idilio con la plaza en la que a punto estuvo de perder la vida.