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Toros en Barcelona, así que pasen cien años

Toros en Barcelona, así que pasen cien años
Ángel González Abad el

 

 

Imagen: Torquito con el descabello el 12 de abril de 1914 en la corrida inaugural de la plaza Sport de Barcelona, que pasaría a ser La Monumental

 

Domingo 12 de abril de 1914. Había despertado una gran expectación la inauguración de la nueva plaza de toros, llamada del Sport y que se unía a las del Torín, en la Barceloneta, y Las Arenas, en la plaza de España. Tres plazas de toros funcionando a pleno ritmo, porque el Sport, con capacidad para casi diez mil espectadores, se amplió dos temporadas más tarde en el nacimiento de La Monumental.

Cien años de aquel desapacible domingo de Pascua abrileño. La plaza se llenó hasta la bandera por la impaciencia de acudir al nuevo coso y por ver la corrida de Veragua con Vicente Pastor, Martín Vázquez, Bienvenida y Torquito. La inaguración, sin embargo, no restó público a la corrida que se anunciaba en Las Arenas con toros de Guadalest, para Regaterín, Manolete -padre del Monstruo de Córdoba- y Flores. Un siglo después, ante el próximo domingo de Resurrección, la nada.

Aquel domingo de inauguración de temporada, en Madrid hubo corrida de toros en la vieja plaza de la calle de Alcalá y en Vista Alegre, y novillada en la de Tetuan. En San Sebastián compitieron los hermanos El Gallo y Joselito; en Sevilla Gaona y Belmonte; y novilladas en Zaragoza, Málaga, Pamplona…

No pasaron cosas de excesivo interés ni en la nueva plaza ni en Las Arenas, pero la efervescencia taurina que se vivía en la Ciudad Condal por aquellos años tardó mucho tiempo en desaparecer. Tres plazas abiertas, ofreciendo corridas y novilladas varios días a la semana. Barcelona era un auténtico vivero de toreros y de aficionados. Sus herederos luchan ahora por evitar que la plaza que el sábado cumplirá cien años acabe convertida en un centro de ocio, una mezquita o quién sabe qué.

Han pasado cien años de aquel domingo de Pascua, un siglo de historia que quieren arrancar de las entrañas de Barcelona. Nadie puede borrar hoy, con las corridas de toros prohibidas en Cataluña, el perfil taurino de la capital. La historia todavía no ha terminado…

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