Rosario Pérez el 11 feb, 2016 En esa capital amiga de los animales y enemiga de las personas y la libertad que pretende construir Manuela Carmena, en esa capital donde el Ayuntamiento da espacio a titiriteros con proclamas al terrorismo, en esa capital donde la alcaldesa dice que ni un euro para la Tauromaquia y ni media línea en la web de turismo oficial, resulta que los toros tienen un impacto económico de más de 60 millones de euros durante la Feria de San Isidro. Una feria taurina a la que, a modo dictatorial, impone la censura en la página de Turismo de Madrid. Tal vez la señora Carmena no sepa que durante ese mes en el que Madrid se convierte en la capital del toro y el toreo, la Feria taurina por excelencia tuvo un impacto de 61’8 millones de euros en la ciudad, según datos recogidos en 2013 por Juan Medina, doctor en Economía y profesor de la Universidad de Extremadura, en «Tauronomics», un manual recomendable para el equipo de la alcaldesa, si es que realmente le importan la economía y el empleo madrileños. Mucho no parece, teniendo en cuenta que a las personas que programaron los famosos títeres les pagó 23.600 euros, que no es moco de pavo y que ya podían haber invertido en recoger la basura, en becas o comedores sociales, en un espectáculo digno para el disfrute de los niños o, siguiendo su línea, en arena limpia para gatos… Más de 20.000 euros para tan deleznable espectáculo mientras retiraba los 60.000 de la Escuela Taurina y retiene los 30.000 del premio. El caso es “fastidiar” sin contemplaciones a los niños: desde sus esperpénticos Reyes Magos, a los titiriteros o a quitarles la academia donde se preparaban para una carrera taurina. Tal vez cuando lidien la mamarrachada de eliminar las calles por una memoria histórica en la que están haciendo el ridículo y en la que hasta la Cátedra de la Complutense se ha tenido que desvincular de tanto sonrojo, tengan un ratito para la lectura de «Tauronomics». Por cierto, que en este libro también se desmiente «la calumnia antitaurina que presenta al espectáculo taurino como una actividad fuertemente subsidiada». Ejemplo: la inversión total en materia taurina efectuada en 2013 por la Administración central (30.000 euros), las Comunidades Autónomas (3,01 millones), las diputaciones (2,38 millones) y los Ayuntamientos (20,12) fue de 25.537.903 euros, «tan solo un 4 por ciento de los 600 millones que la propaganda animalista atribuye arbitrariamente a los toros». Según recoge el profesor Medina con fuentes de los Ministerios de Hacienda y Cultura y Anoet, esos 25,5 millones representan un 0,9 por ciento del gasto total en materia cultural (2.830 millones). Pues bien, «solo con la recaudación derivada del IVA de las entradas y las cotizaciones de los profesionales taurinos, el Estado obtiene 56 millones, unos ingresos que duplican los 25,5 que destina al sector». En resumen, la Tauromaquia presenta un saldo fiscal favorable al Estado de 30,5 millones. Dentro de cuatro meses Madrid volverá a ser durante 31 días seguidos la capital del toro y el toreo, la capital del mayor ecologismo que es el toro de lidia y parte capital de la economía. Y, si tienen alguna duda, que se lo pregunten a hosteleros, taxistas, etc. Otros temas Comentarios Rosario Pérez el 11 feb, 2016