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Blogs Entre barreras por Ángel González Abad

Aviso ciudadano

Ángel González Abad el

La prohibición de las corridas de toros en Cataluña ya ha tenido la primera consecuencia política. Los aficionados han dicho con quien están. De lo ocurrido en la Monumental durante la Feria de la Mercè, bautizada como de la Libertad para esta ocasión, hay una lectura taurina y otra política, y las dos llegan a confluir pues al fin y al cabo, la explosión del toreo trasladada a las calles de Barcelona no puede dejar indiferente a nadie.
El sábado, a Morante se lo llevaron en volandas durante una hora atravesando plazas y calles hasta su hotel por una manifestación espontánea clamando libertad. El domingo se repitió la historia con el diestro catalán Serafín Marín, pero en esta ocasión los aficionados no dudaron en izar en hombros también a Albert Rivera y a Rafael Luna. La imagen es tan impactante como significativa, ya que el día anterior el diputado socialista David Pérez fue abucheado por el público que le conminaba a que abandonara la plaza y solo gracias al quite que le hizo el bueno de Luis Corrales la cosa no acabó en algo serio.
El pueblo es soberano y en esto de los toros, los miles de ciudadanos que acudieron al coso de la Ciudad Condal, ya han dado su veredicto. De forma clara, contundente. Han repudiado a quienes consideran que les han engañado en todo este turbulento proceso que ha llevado a la abolición —el PSC—, y han reconocido a los que han luchado por mantener, no ya la Fiesta, sino la libertad de poder dar rienda suelta a una afición —Ciutadans y PP—.
Las excelentes crónicas de Rosario Pérez han reflejado con pasión lo ocurrido el fin de semana en Barcelona, ahora queda el análisis sobre lo que puede pasar en adelante. Al final, el atentado perpetrado en el Parlament contra una tradición y contra parte de la propia historia de Cataluña, no puede salirle gratis a quienes únicamente pensaban en que prohibir los toros iba a tener una rentabilidad política. Ahora alguno seguro que se está lamentando, comenzando por el Honorable Montilla. Esa bronca a su diputado Pérez demuestra que el pueblo no soporta mentiras.
Si algo puede caracterizar esta Feria de la Mercè es que no ha existido el aluvión de aficionados del resto de España, así que hasta la plaza de la calle Marina pudieron acudir entre veinte y veinticinco mil personas, la mayor parte catalanes y todos tremendamente indignados por la decisión del Parlament. Sólo hace falta hacer cuentas y extender ese enfado, especialmente contra los socialistas catalanes, entre amigos y familiares de todos esos aficionados. El roto ante la inminente cita electoral puede ser importante.
El primer aviso ya está dado, y en términos taurinos podemos comparar el triunfo de Albert Rivera y Rafael Luna con los pitos que recogió David Pérez por su engañosa faena. Palmas y pitos, sol y sombra. La Fiesta.

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