Paquirri “vuelve” a Ronda

Ronda. 1973. Paquirri resplandecía por primera vez en los carteles de la Goyesca más famosa de todos los tiempos. A su vera, dos maestros de maestros: Bienvenida y Ordóñez. Antonio era su nombre.
Francisco Rivera Ordóñez, que ha tomado el testigo de su abuelo como anfitrión rondeño, cumplirá este sábado un sueño forjado de niño, cuando dibujaba verónicas y naturales sobre el albero de una plaza que rezuma torería por los cuatro costados. En su Goyesca número 12 y la número 54 de la historia de la plaza, se anunciará por vez primera como Paquirri, apodo que ya eligió para la corrida de Asprona de Albacete.
Su «nuevo» apodo ha generado controversia en el mundo del toro. Sabedor de que algunos han criticado su decisión, habla en corto y por derecho en la extraordinaria entrevista concedida a nuestro compañero Fernando Carrasco: «Yo me llamo Paquirri porque quiero y porque puedo. Tengo todo el derecho. Cada día me siento más Paquirri». Sus palabras brotan desde el «máximo respeto» a la figura que ha sido su espejo, su faro y su guía. Cuenta el matador que, si no lo hizo en los inicios de su carrera, fue como homenaje a su abuelo Antonio Ordóñez. Rivera y Ordóñez. Se dice pronto, pero cuánto peso y responsabilidad aúnan. Lo saben Paquirri y Cayetano, a secas.
Paquirri, tras un año ausente de «su» plaza, irrumpirá esta tarde en Ronda. Otra vez vendrán las nostalgias de otros tiempos y las ilusiones del triunfo. Aquel 17 de septiembre de 1973, su padre conquistó cuatro orejas y dos rabos en dos apoteósicas actuaciones. Salió a hombros en compañía de un pletórico Antonio Ordóñez, a quien brindó un toro.
Hoy también será fecha de brindis especiales. Otra vez Paquirri, las dos mil corridas de Enrique Ponce, la presencia del francés Sebastián Castella, lo más granado de la sociedad andaluza en los tendidos… Una fecha para la historia. Un acontecimiento. Que siga la Fiesta.