La presidenta de Argentina ha inventado un cargo nuevo para un concepto propio. Cristina Fernández ha designado a Ricardo Forster secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional. La iniciativa parece de otra época pero… es de ésta.
Foster, de 56 años, es un profesor, filosofo ultrakirchnerista y ex candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, en representación del Frente para la Victoria, brazo político del “pensamiento nacional y popular” que el kirchnerismo dice representar.
Entre las actividades conocidas de Forster figuran sus reuniones sistemáticas en una agrupación llamada Carta Abierta que opera en los salones de la Biblioteca Nacional, -como si fuera su sede-, sábado tras sábado.
La gente de Carta Abierta es conocida como el ejército de presuntos intelectuales –los hay- del movimiento kirchnerista. Psicólogos, psiquiatras, técnicos, científicos, escritores y otros profesionales con conciencia política, más o menos intensa, del ser militante K, forman el colectivo oficial que acostumbra, entre sus actividades, a difundir manifiestos.
Arropados entre las paredes de la Biblioteca que dirige Horacio González, el mismo que junto con buena parte del resto de compañeros de Carta Abierta intentó vetar a Vargas Llosa en la Feria del Libro de hace unos años, los miembros de la organización sacuden a los que no son ni piensan como ellos y desarrollan el enciclopedismo kirchnerista como si realmente existiera.
Las reuniones de la agrupación se graban y suelen colgarse en Youtube (Las patas en la fuente). Basta echarle un vistazo al canal para entender qué es eso de Carta Abierta. Sugiero elegir las tomas cercanas a elecciones legislativas donde perdió el kirchnerismo o las grabadas tras la victoria de Mauricio Macri en la ciudad. No tienen desperdicio.
Pese a todo esto, muchos, incluido Forster, de los integrantes de Carta Abierta se refieren a la plataforma como un espacio plural abierto al debate y la tolerancia. En rigor, no debería sorprender ya que ese discurso es el que sostiene el Gobierno para sí mismo, como si también fuera cierto. Los argentinos lo han definido como “el relato”.
En ese contexto la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha tenido la ocurrencia de ordenar la creación del puesto de secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional. Al margen de que sea Forster la persona responsable del flamante departamento, la sola creación del mismo resulta preocupante. El único alivio, para los argentinos que tienen pensamiento propio, es que el año que viene hay elecciones y la presidenta, por suerte para ellos, no se puede presentar. Piense lo que piense.
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