Como despedida de este 2008 y bienvenida del horribilis 2009, -según todos los pronósticos-, he decido no escribir en negativo del primer año Cristino (Kirchner). Así, me he propuesto no recordar la valija voladora repleta de fajos de dólares de Hugo Chávez para la presidenta. Con la misma buena voluntad, tampoco voy a hurgar entre los cimientos corruptos de las obras públicas del doble Gobierno Kirchner. Mucho menos voy a hacer un chascarrillo sobre las correrías de la pequeña Florencia, -la única hija del matrimonio K-, con su Mini en los jardines de la quinta de Olivos, algo así como las explanadas de La Moncloa pero con pasto y con piloto sin carnet. En la misma línea me voy a mantener para no volver a dar detalles de la asesoría financiera montada por Máximo K y sus padres o de las compras de terrenos de estos en el Calafate a cinco chavos el metro y su revalorización por cién en cuestión de días. Aunque tengo la tentación, no voy a caer tampoco en ella y me resistiré a enumerar a la tropa de matones a sueldo del Gobierno, el record de denuncias por corrupción del secretario de Transporte, Ricardo Jaime (el que se fumigó a Aerolíneas Argentinas) o los cortes de manga y la pistola de Guillermo Moreno, el encargado de Comercio cuya jubilación pagarían con gusto empresarios, banqueros y todos los damnificados por su peculiar índice de inflación y un sin fin de razones. En cuanto a la estatización del sistema de pensiones, aunque sólo sea por higiene visual y auditiva, prefiero no opinar... No, esta vez no. Lo repito, he decido que no voy a hacer memoria escrita y puntual de nada malo. Voy a cerrar los ojos al movidón que se armó con el campo, al meneo del vicepresidente Julio Cobos, al asalto al poder del PJ (Partido Justicialista) de Don Néstor, al cachondeo de CFK al bautizar la crisis como efecto jazz en Nueva York y frotarse las manos como si con ella no fuera la cosa... Lo he decidido, los recuerdos deben quedar atrás. Ahora, hay que clavar la vista al frente, ser optimistas, pensar que Argentina va recuperar el crédito material y personal- que lo que pasa es que los periodistas extranjeros y los locales somos eternos resentidos con el poder, esté quien esté y que la SIP está formada por una banda de cuatreros de las letras. Las cosas van a mejorar y en año de elecciones legislativas todo va a ser paz, transparencia y armonia. La señora Presidenta va a gobernar y su marido Uy, se me olvidaba, su marido y ella acaban de ser denunciados por formar una asociación ilícita. Lo mismo le pasó a Carlos Menem poco antes de dejar el poder pero, había prometido no rescatar los recuerdos aunque, si lo pienso bien, esa denuncia será algo del futuro. Verdad?