Hubo un tiempo en el que todo eran malas noticias para la economía española. Las agencias de «rating» bajaban escalón tras escalón la nota de nuestra deuda, hasta el punto de colocarla a un paso del bono basura, dejando al Gobierno y a los que saben un poco de esto con el corazón en vilo. Un paso más, solo un paso más y el rescate hubiera sido inevitable. Ningún fondo de inversión o de pensiones puede comprar deuda calificada como basura y el Gobierno no hubiera tenido más remedio que recurrir a Europa para poder pagar sus deudas. Y eso hubiera supuesto más impuestos, recortes de pensiones y de sueldos de los funcionarios, y un largo etcétera de nuevos sacrificios.
No hace tanto tiempo de eso. Apenas un año. Ahora, sin embargo, todo son buenas noticias. Ayer viernes Moody’s se unió a los que vuelven a confiar en España. No tenía mucho sentido que el Tesoro estuviera colocando su deuda al precio más bajo de la historia, incluso mejor que cuando tenía la calificación de sobresaliente, y las agencias mantuvieran el «rating» de la deuda soberana española al borde del bono basura. Aún así, los analistas no creían que las agencias subieran tan pronto la nota a nuestro país. Algunos apuntaban que mantener la presión de una baja calificación sería un incentivo para mantener el pulso reformista. Al final, la realidad se impuso.
Moody’s argumenta entre sus razones para subir la calificación, el cambio de la economía española hacia un modelo de crecimiento más sostenible, con fuertes incrementos de la competitividad del país. Destaca también los progresos hechos en la adopción de reformas estructurales, como la reforma laboral o la de las pensiones ; la reestructuración del sector bancario o los ajustes que han permitido reducir el déficit público. Es curioso que estas medidas que la agencia de calificación alaba y que la han llevado a tomar esta decisión, son precisamente las que los grupos de la oposición más critican.
No recuerdo cuántas veces he oído al señor Rubalcaba decir que cuando el PSOE vuelva a gobernar va a suprimir la reforma laboral aprobada por el Gobierno, o el factor de sostenibilidad de las pensiones, que elogian todos los organismos internacionales, y que también Moody’s menciona entre sus argumentos para subir la nota a España. Mucho me temo, señor Rubalcaba que usted no podrá hacer eso que dice si vuelve a gobernar, y que si lo hace, ya sabemos a donde nos puede llevar. A ver como convence a todos estos que nos tienen que prestar dinero de que esas medidas que usted propone tan estupendas para los ciudadanos son buenas para la economía. Mucho me temo que no lo son, y que con una deuda que en 2015, cuando vuelva a haber elecciones, superará probablemente el 100% del PIB, el Gobierno que sea elegido en las urnas no tendrá mucho margen para tomar medidas que disgusten a quienes nos tienen que financiar y que, aunque duelan, al final son la que nos están permitiendo salir adelante. De modo que, señores políticos, mejor que no nos cuenten milongas. No nos las vamos a creer.Al menos yo, no me las creo.
Otros temas Yolanda Gómezel