Entre la política y la economía siempre ha habido un estrecho lazo, pero probablemente en las elecciones europeas de finales de mayo, un año después en las municipales y autónomicas y a finales de 2014 o principios de 2015 en los comicios generales, esté vínculo será más que estrecho.
Está claro que el presidente Rajoy cree que la recuperación económica será su principal baza frente a una oposición que se aferrará a los recortes y los ajustes como principal baza para tratar de desarmar el discurso cuasi triunfalista del Ejecutivo. Veremos hasta qué punto el mensaje socialista cala en estas elecciones europeas, pero está claro que a medida que avancen los meses y si, como prevén los analistas y el propio Gobierno, la situación empieza a mejorar, incluso a ritmos superiores a los previstos, el mensaje de los populares será más creíble. Quizás por eso, como publica hoy lunes ABC, en Moncloa se analiza la posibilidad de apurar al máximo los plazos para poder celebrar incluso las elecciones en 2016, ya con los datos económicos del cierre de 2015 en la mano.
Y en esta estrategia, los partidos políticos utilizan todas las armas que tienen a su alcance, incluso la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Es cierto que la intervención del ministro de Economía, Luis de Guindos, el viernes para contar la cifras de mejora del crédito y de financiación de la economía resultó un poco sospechosa y desde luego pudo venir muy bien a los intereses electorales del PP. Si lo mismo que dijo De Guindos en esa rueda de prensa lo dice Arias Cañete en un mitin nadie le hubiera hecho caso. Al menos las cifras son ciertas…
Otros temas Yolanda Gómezel