“Me siento ansioso todo el tiempo y, desde hace varios meses, me parece estar olvidando pequeñas cosas cada dÃa. ¿He tomado mis suplementos de vitaminas esta mañana? ¿Dónde puse mis llaves del coche? Ni siquiera recuerdo lo que desayuné de ayer”. Estas quejas, en las que más de uno se reconocerá, pueden tener su origen en las presiones de trabajo, problemas de dinero, exámenes, una enfermedad en la familia, o incluso una mezcla de todo. Y cuando esas batallas se libran a diario durante largos perÃodos de tiempo, el estrés se vuelve crónico.
Y ese estrés crónico podrÃa estar afectando a una parte del cerebro denominada hipocampo, la sede de la memoria. De forma curvada, y situado en la base de nuestro cerebro, el hipocampo codifica los recuerdos de hechos y eventos: nombres, números de teléfono, fechas y eventos diarios fundamentales en el dÃa a dÃa.
Una nueva investigación demuestra que incluso un breve perÃodo de estrés puede hacer que el cerebro se encoja. Para ser más precisos, esa reducción se produce precisamente en el hipocampo. Se trata de un cambio en la estructura del cerebro que precede a la aparición de otro cambio en el comportamiento, es decir, la pérdida de memoria. La información completa puede leerse en abc.es
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