La Terapia de Estimulación de Corriente Directa Transcraneal, que consiste en estimular el cerebro con una corriente eléctrica de baja intensidad, puede mejorar la memoria a corto plazo en las personas con esquizofrenia, según un estudio realizado de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Esta patología se une así a las que ya se tratan de mejorar con esta técnica no invasiva, como la depresión, la pérdida de memoria relacionada con el Alzheimer o para mejorar la recuperación después de los accidentes cerebrovasculares. “El deterioro cognitivo es tan común como las alucinaciones en la esquizofrenia. Pero los medicamentos sólo tratan las alucinaciones “, señalan los investigadores de la Johns Hopkins. De ahí que confiaran en que la estimulación transcraneal de corriente directa podría dar a las personas con esquizofrenia una oportunidad de llevar una vida más normal.
La esquizofrenia, que literalmente significa mente escindida, es un desorden cerebral que deteriora el pensamiento, la percepción, las emociones o la voluntad. Su inicio, temprano, alrededor de la adolescencia hizo que se la denominase «demencia precoz» durante un tiempo.
Las causas de la esquizofrenia no se conoce con certeza y se apunta a diversos factores, como alteraciones en el desarrollo del cerebro en la etapa embrionaria, predisposición genética, alteraciones en los neurotransmisores cerebrales que dificultan la comunicación adecuada entre las neuronas, infecciones durante el embarazo que interfieran con el desarrollo cerebral, o complicaciones durante el parto, como traumatismos o falta de oxigenación del cerebro.
Delirios, alucinaciones, trastornos del pensamiento que hacen el lenguaje incomprensible y con la fluidez alterada, percibir que el propio cuerpo está cambiando, deterioro de las emociones, que lleva a la frialdad e inexpresión hacia los demás o aislamiento, forman parte del mundo de las personas con esquizofrenia. Este peculiar “mundo” quedó plasmado en la película “Una mente maravillosa”, que recreaba la vida del premio Nobel recientemente fallecido en accidente de tráfico, John Forbes Nash, que padecía esta patología y que logró mantenerla a raya con la inestimable ayuda de su esposa, también fallecida en el mismo accidente.
La esquizofrenia se trata con fármacos neurolépticos o antipsicóticos, que corrigen los desequilibrios de los neurotransmisores. Se calcula que un tercio de los pacientes no responden a medicación y en estos casos muy concretos, con grave riesgo de suicidio o agresión hacia otros, se contempla el tratamiento con electroshock.
Para tratar de modificar el curso de esta incapacitante enfermedad de forma menos agresiva, los investigadores se centraron en una región del cerebro llamada corteza prefrontal dorsolateral izquierda, que desempeña un papel importante en la memoria a corto plazo y de trabajo. En las personas con esquizofrenia esta región está alterada. Curiosamente, los padres, hermanos e hijos de personas con esquizofrenia muestran algunas de las mismas anomalías, aunque en menor grado. Y es que el riesgo de padecer la enfermedad es mayor cuando existen antecedentes familiares, aunque no son una condición necesaria ni suficiente para padecerla.
Los investigadores reclutaron a 11 participantes: cinco adultos con esquizofrenia confirmados y seis de sus familiares cercanos. Cada participante recibió dos tratamientos de 30 minutos, uno con una carga eléctrica negativa, que los investigadores pensaron que podría resultar beneficiosa, y la otra utilizando una carga positiva como control. Durante y después de cada tratamiento, los participantes completaron una batería de pruebas cognitivas. En las pruebas de memoria de trabajo verbal y visual, los participantes lo hicieron significativamente mejor después de recibir una carga negativa, y los efectos eran “sorprendentemente fuertes” destacan.
También se midió la fluidez verbal, o recuperación de palabras, de los participantes durante el tratamiento, porque las personas con esquizofrenia a menudo tienen dificultades para encontrar las palabras correctas. Debido a que la corteza prefrontal contiene una región responsable de la recuperación de palabras, pensaron que la estimulación transcraneal de corriente directa podría ayudar. La estimulación “se asoció con un mejor rendimiento de la memoria de trabajo y cambios sutiles en la recuperación de palabras”, indican.
Ahora están estudiando la estimulación transcraneal de corriente directa en una muestra mayor de pacientes con sesiones repetidas de estimulación, que esperan que induzcan beneficios duraderos.
“Lo bueno de la estimulación transcraneal de corriente directa es que no tiene efectos secundario y si permite a las personas con esquizofrenia pensar con mayor claridad, sería una gran contribución al tratamiento de esta devastadora enfermedad”, señalan.
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