A Vladimir Putin le debe haber caÃdo muy mal a su bolsillo que su regalo haya sido pasto del fuego y el desprecio. Hace dos años envió una estatua del extinto comandante Hugo Chávez a su ciudad natal de Sabaneta, en Barinas, al oeste de Venezuela,  pero sus habitantes la quemaron y le tiraron piedras para expresar su descontento contra el régimen socialista de Nicolás Maduro.
La estatua del comandante con su puño izquierdo en alto, de seis metros de alto de bronce y granito oscuro, fue realizada por el escultor ruso Sergei Kazantzev, y develada por Maduro y el Director Ejecutivo Principal de la empresa petrolera rusa Rosneft en octubre de 2016.
La estatua fue colocada en el centro de la antigua Plaza del Estudiante en el pueblo de Sabaneta, donde Chávez pasó su infancia y al parecer ya no le quedan admiradores.
Sus antiguos vecinos de Sabaneta, un lugar caliente y polvoriento con temperaturas superiores de  30 grados centÃgrados, habÃan pasado una noche entera sin luz comidos por los mosquitos y el calor infernal la semana pasada.
Los cortes de electricidad decretados por Maduro han pasado de 4 horas diarias a más de 12  según se reporta en seis estados del occidente afectados por el racionamiento como Zulia, Táchira, Mérida, Barinas, Trujillo y Portuguesa.
Los habitantes de Sabaneta, Barinas, no se han beneficiado en nada por ser la cuna del comandante. Y contra su estatua descargaron toda su furia,  quemando neumáticos al pie de la efigie y lanzándole piedras y artefactos contundentes.
El motivo de la protesta fue la escasez de alimentos y medicinas. A lo que se suma ahora la falta de efectivo, gasolina,  electricidad, los apagones, la inseguridad y el acoso de los delincuentes. Antes también eran pobres pero nunca habÃan pasado tantas calamidades como ahora con su hijo predilecto.
El año pasado los habitantes de Barinas decidieron quemar la casa natal de Chávez. Y hace dos años en Villa del Rosario, Zulia, la estatua del comandante también fue derribada y arrastrada por los enfurecidos zulianos.
polÃtica