Nunca imaginó que por hacer lo correcto iba a parar a la cárcel para vivir una pesadilla que jamás olvidará a pesar de que es una seguidora del comandante Hugo Chávez. Recién parida y amamantando a un bebé de meses, Massiel Pacheco, de 21 años, vendedora informal del Parque del Este, siendo inocente es acusada de terrorista y enfrenta una pena de 25 años de prisión.
Ese 1º de abril Massiel había madrugado después de amamantar a su bebé. Salió apurada al Parque del Este para trabajar como buhonera o vendedora ambulante en un puesto que los chavistas le habían asignado de venta de empanadas y jugo. El parque tiene una clientela de alto poder adquisitivo.
Al finalizar la jornada del trabajo, Massiel nota algo extraño cuando al recoger los desechos observa una bolsa solitaria. Pensando que alguien la había olvidado decidió llamar a los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana para que se hicieran cargo del extraño paquete pero el haberlo denunciado le valió la detención.
El paquete “terrorista” tenía varias botellas de bombas caseras. Cualquiera lo pudo esconder en el parque. Las autoridades deberían ser más neutros e imparciales y pensar con más sentido común.
Pero los guardias bolivarianos, siendo tan ”inteligentes y asertivos”, detuvieron a Massiel, la golpearon y la metieron presa en la cárcel de las mujeres en el INOF, Los Teques, donde lo único que está pidiendo es que no dejen morir de hambre a su bebé pues lo está amamantando.
Su tío, Daniel Camacaro, relató lo sucedido y explica que Massiel llamó a la GNB para informar sobre el elemento sospechoso y un grupo de milicianos respondió al llamado. Estos habrían manipulado al material antes de irse para que, minutos después, un contingente de guardias la buscara para detenerla.
Esta es la fotografía del momento de su detención, en el que incluso aparece con el delantal de su trabajo diario.
En casi dos meses de protestas la cifra de detenciones supera las 2.000 personas, 608 heridos y 39 muertos, algo inédito en 54 años de historia republicana.