Si hay alguien que ha tenido suerte es el presidente Hugo Chávez. Por un lado los altos precios petroleros que lo han salvado de la peor crisis económica financiera y por otro lado su enfermedad y actitudes cobardes que le han ahorrado la guillotina política.
El “no hay mal que por bien no venga”, le calza a la perfección como es su ausencia desde el 10 de junio por habérsele operado de un absceso pélvico en La Habana. Esto le ha favorecido su maltrecha imagen, de manera aún no cuantificada, ante las diversas crisis que enfrenta Venezuela.
La crisis de la cárcel el Rodeo I y II, situado a 40 kilómetros al este de Caracas, que estalló el fin de semana justo cuando lo operaban en Cuba, es probable que no estaba en los planes de la inteligencia cubana, pero si lo ha eximido de responsabilidades puntuales por no encontrarse físicamente en el país.
No se sabe la cantidad definitiva de muertos en el penal, se habla entre 40 y 70 fallecidos, entre quemados y baleados, según cifras oficiales y de los presos, que todavía no se han rendido después de 11 días de motín. El domingo 12 de junio comenzó el tiroteo entre bandas de prisioneros que arrojaron unos 20 muertos y 24 heridos.
El fin de semana siguiente 4.000 militares asaltaron el penal “a sangre y fuego” contra 3.500 reclusos. Pero no pudieron controlar todo el penal. El gobierno decidió trasladar a 2.500 reclusos a otras cárceles. Todavía quedan 1.000 internos que se han atrincherado en el Rodeo II desafiando la autoridad.
Los presos rebeldes están dirigidos por líderes denominados “Pranes” (preso, rematado, asesino, nato) que controlan el tráfico de drogas y armas en los penales, y además influyen en la designación de los jefes de las prisiones, que se encuentran custodiadas por la Guardia Nacional.
El diputado opositor William Ojeda propone que la Asamblea Nacional investigue a las mafias de traficantes de drogas y armas en las prisiones para determinar responsabilidades y repudiar las agresiones del ejército contra las madres y familiares de los presos.
El opositor Enrique Ochoa Antich dijo a ABC que el gobierno de Chávez es el responsable de la crisis carcelaria, cuyo hacinamiento es el del 300 %, y del auge de la criminalidad e inseguridad. “Es un fracaso. El traslado de los 2.500 presos es trasladar el conflicto del hacinamiento a otros penales””.
El ex director del Consejo Nacional Electoral, Eduardo Semtei, dijo a ABC que el conflicto penitenciario salpica a Chávez “no de una forma mortal pero sí erosiona su credibilidad de cara a las elecciones presidenciales del 2012.”.
El diputado Ojeda recordó a ABC que el gobierno ha gastado dos mil millones de bolívares (más de 100 millones de dólares) para construir 5 penales nuevos y no los ha entregado. “Su promesa fue una mentira”.
Los familiares de los presos, que califican de una “masacre” lo que ocurrió este fin de semana, comenzaron a protestar en Miraflores, sede del gobierno, a sabiendas que su inquilino está en Cuba. Lo que piden es que le digan quienes están vivos, los muertos y los trasladados a otros penales.
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