Con la llegada del mes de Diciembre comienzan las infinitas quedadas con amigos, compañeros de trabajo, familiares… y cómo todas nuestras celebraciones giran en torno a una mesa, se acerca un mes de comidas y cenas con exquisitos manjares.
Si eres uno de esos anfitriones que ya estás dándole vueltas a la cabeza para decidir las recetas que vas a preparar a tus invitados genial, porque no es ningún secreto que conforme se acercan los días de Navidad, los precios de algunos productos estrella se van encareciendo a medida que nos acercamos a las fechas más señaladas.
Además, este año se suma a la subida de precios que hemos sufrido en los últimos meses a causa de la inflación, lo que puede complicarnos un poco llevar a cabo ese menú deseado, pero como siempre, aquí entra en juego la organización.
Ya de por sí, el marisco es un producto más caro que otros alimentos y si a eso le juntamos las subidas que hemos mencionado, la compra puede convertirse en un suplicio. Sin embargo, si planteamos con tiempo el menú y hacemos la compra unas semanas antes, podemos esquivar la subida de precios Navideña, evitar las colas que se generan los días previos y asegurarnos de que vamos a conseguir de una, todos los productos que buscamos, así que todo son ventajas.
Pero, surgen varias preguntas:
¿Cómo conservo el marisco? ¿Se puede congelar? ¿Aguanta tanto tiempo sin influir en el sabor? La respuesta es sí, siempre y cuando hagas bien el proceso de congelación y por supuesto respetes las pautas de descongelación.
Empezaremos por los crustáceos más consumidos durante estas fechas: gambas, langostinos, cigalas, carabineros…
Cada vez hay más oferta de marisco cocido en la sección de congelados, cosa que puede parecer más fácil a la hora de conservar, sin embargo, comprar este producto crudo y congelarlo no lleva apenas trabajo y conseguiremos un plato con sabor más intenso.
Es preferible que los congelemos siempre en crudo, pero tampoco habría problema si por comodidad los cocinamos antes, a excepción de las cigalas, que si queremos que se conserve bien debemos congelarlas crudas, de lo contrario, pueden aparecer manchas negras en la zona de la cabeza durante la descongelación y ya no quedan tan bonitas.
En cuanto a los moluscos bivalvos, donde se encuentran incluidos los mejillones, almejas, berberechos, navajas, zamburiñas… debemos tener especial cuidado. Ya que su congelación debe de ser en crudo y muy progresiva para que no les afecte el cambio de temperatura, por lo que para que se vayan aclimatando es mejor que primero los dejemos en la nevera y después en el congelador, donde podemos mantenerlos durante 3 – 4 meses, pero si que es importante que sepamos que tras su descongelación se deben cocinar y consumir lo más rápido posible.
Por otro lado, para todos aquellos amantes del marisco, no nos olvidemos de los grandes crustáceos como el centollo o bogavante.
Si queremos anticiparnos a la subida de precios navideños, podemos conservarlos congelados sin ningún problema, pero lo cierto es que su congelación nos llevará un poquito de más trabajo. Como habremos visto muchas veces en el mercado o supermercado, este grupo de mariscos se venden vivos y si decidimos congelarlos, es conveniente que los cocinemos antes respetando su tiempo de cocción y podremos conservarlos durante 3 – 4 semanas sin ningún inconveniente.
No debemos olvidar que para la congelación del marisco (como para la congelación de cualquier alimento), es importante que lo hagamos en bolsitas de congelación herméticas, si es posible envasados al vacío o bien envueltos en papel film o incluso un trapo de cocina limpio, pero siempre evitando el contacto directo con el aire del congelador y que cuando vayamos a descongelarlo, lo hagamos progresivamente en el frigorífico (esto es muy importante) para que el de temperatura sea paulatino y de esta manera no tierra cualidades nutricionales y organolépticas.
Así de esta manera podrás disfrutar del marisco en Navidad de una manera segura, más económica y saludable, porque recuerda es son ricos en proteínas de alto valor biológico y muchos minerales.
Elisa Escorihuela Navarro
Nutricionista y Farmacéutica
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