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Cuando el deporte paraba las guerras

Pilar Quijada el

David Atienza

En los primeros eventos deportivos desarrollados hace ocho siglos en la ciudad griega de Olimpia, cuna de los Juegos Olímpicos, sólo podrían participar los hombres. Las mujeres tenían prohibido el acceso incluso como espectadoras. Durante la celebración de los eventos deportivos, las guerras se detenían. El dominio del Imperio Romano puso fin a estas competiciones que volvieron a celebrarse en 1896. Atenas fue la elegida para celebrar los primeros Juegos Olímpicos de la Era Moderna, para los que, dos años antes, se había constituido el primer Comité Olímpico Internacional (COI).

Este verano se ha podido disfrutar de los Juegos Olímpicos (JJOO) y Paralímpicos. Cuando se habla de ellos todo el mundo sabe lo que son y en qué consisten y los siguen con gran interés, aunque puede haber alguien que desconozca cuál es su origen y su finalidad. Por eso hoy se va a exponer una breve pincelada acerca de su historia.

En primer lugar se debe matizar la diferencia entre los términos Juegos Olímpicos y Olimpiadas, pues mucha gente los utiliza indistintamente, como sinónimos, cuando en realidad no tienen el mismo significado. El primero hace referencia a la propia competición, al evento deportivo, mientras que la Olimpiada es el período de cuatro años que transcurre entre dos celebraciones de los Juegos, el tiempo de espera desde el final de unos Juegos hasta el comienzo de los siguientes. Así, al término de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 ha comenzado una nueva Olimpiada que finalizará con el inicio de los Juegos de Río de Janeiro.

Origen

Centrándonos en el origen y antecedentes, entre los años 776 y 393 a.C. se celebraban en la Grecia Antigua eventos deportivos en honor a Zeus. Este hecho tenía lugar cada cuatro años en la localidad de Olimpia y traía consigo el parón de todas las guerras que se estuviesen librando en ese momento. Sólo podían participar hombres de habla griega y los espectadores debían también ser varones, aunque según cuenta la leyenda una mujer disfrazada consiguió adentrarse en una ocasión para ver a su hijo competir. Fue descubierta y posteriormente indultada al haberse proclamado campeón olímpico. Sólo uno podía proclamarse campeón, y ése era recibido como un héroe en su región.

Pero con la entrada del Imperio Romano los Juegos se extinguieron, hasta que el Barón Pierre de Coubertin tuvo la idea de organizar unos eventos similares retomando el espíritu de los antiguos Juegos. Tras un intento fallido del griego Evangelos Zappas, Coubertin, no con menos dificultades, logró que en 1896 se disputasen en Atenas los primeros Juegos Olímpicos de la Era Moderna, para los cuales dos años antes se había constituido el primer Comité Olímpico Internacional (COI). Como dato anecdótico se puede mencionar que sólo un griego se colgó una medalla, y fue en una de las pruebas olímpicas por excelencia: la maratón.

Desde este momento cada cuatro años se ha asistido a una nueva edición, excepto en tres ocasiones: 1916, 1940 y 1940, a causa de las dos Guerras Mundiales. Posteriormente se introdujeron los Juegos Olímpicos de Invierno (1924) y los Juegos Paralímpicos (1960) para las personas con discapacidad.

Los símbolos de los JJOO

La bandera olímpica fue creada por Coubertin en 1913. Los cinco anillos entrelazados simbolizan la unión de los países de los 5 continentes, lo que se corresponde con la idea de la Antigua Grecia de un período de paz y fraternidad. Al menos uno de los 6 colores (los de los anillos más el fondo blanco) está presente en una bandera de todos los países.

El himno se interpreta en la jornada inaugural al entrar la bandera. Está basado en un poema griego y fue interpretado por primera vez en los primeros JJOO de la Era Moderna.

Con el juramento olímpico los participantes se comprometen a competir de forma limpia, respetando las normas y con honor, y se puede resumir en la frase de Coubertin “Lo más importante del deporte no es ganar, sino participar, porque lo esencial en la vida no es el éxito, sino esforzarse por conseguirlo.”

La llama permanecía encendida en los JJOO de la antigüedad durante el período de competición, acto que volvió a aparecer en Amsterdam 1928. El fuego simbolizaba el mito de Prometeo, que cuenta que lo habría robado a Zeus para dárselo a los mortales. La antorcha olímpica es encendida por los rayos solares al pasar a través de una lupa

El lema olímpico reside en las palabras “Citius, altius, fortius” (“Más rápido, más alto, más fuerte”) esgrime que no hay que rendirse. La persona debe ser constante y luchadora.

La maratón

Una de las pruebas que se incluyeron en los JJOO de la era moderna fue la maratón, la cual se ha convertido en una de las más prestigiosas. Su origen se relaciona con la leyenda de Filípides. Una de las dos versiones existentes cuenta que fue un mensajero enviado por el general Milciades desde el valle de Marathón hasta Atenas (entre 35 y 39 km) para anunciar la victoria del ejército heleno sobre los persas, y que cuando llegó y dio la noticia, debido al esfuerzo realizado cayó al suelo, sin vida. Basándose en ello, el francés Michel Bréal le propuso a Coubertin introducir una prueba de fondo con dicho nombre.

La distancia de esta modalidad olímpica oscilaba entre los 39 y 40 km dependiendo de las características del recorrido de cada ciudad hasta los Juegos de Londres de 1908. La Reina Alejandra dictaminó que la salida debía de efectuarse desde los jardines del Palacio Real de Windsor para poder presenciarla desde dicho lugar, lo que obligaba a aumentar la distancia a recorrer hasta la meta, situada en el estadio de White City. De este modo los participantes debían recorrer 42.195 metros, cifra que quedó a partir de entonces establecida como oficial, aunque el COI no la reconoció como obligatoria en las dos ediciones posteriores. Finalmente la aprobó la Asociación Internacional de Atletismo (IAAF) en 1921.

Estos han sido algunos de los datos y anécdotas de los miles que atesoran los Juegos Olímpicos a lo largo de la historia y sobre los que aquí se anima a descubrir. Un evento en el que no hay distinción de nacionalidad, sexo o color y que pone de manifiesto la unión de todos los países a través del deporte. Una oportunidad única para exaltar los valores educativos del deporte. Y si quieres saber más cosas interesantes puedes leer el libro “Olímpicos. Historias asombrosas y divertidas anécdotas sobre medallistas olímpicos“.

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Pilar Quijada el

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