Eduardo Redondo.
El pasado fin de semana se celebró la segunda parte del curso anual para árbitros noveles de fútbol sala, baloncesto y voleibol que debutarán en la XXXVI edición de los Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid. Para esta temporada, la competición contará con más de 180 árbitros que serán los encargados de impartir justicia en las 20 jornadas programadas. Del total, 97 repiten una temporada más en la institución y 86 son novatos que el día 9 de noviembre arbitrarán sus primeros encuentros oficiales.
A diferencia de otras competiciones, desde hace más de veinte temporadas el colectivo arbitral se capta, se forma, se examina y se evalúa de manera constante durante la temporada por la propia entidad organizadora para que los árbitros entiendan desde el primer día que forman parte de una competición diferente, pues desde la organización priorizan un perfil más educado y educador que el que se exige en otros campeonatos.
Prueba de todo esto es que los cursos son totalmente gratuitos. Los aspirantes deben aportar, al menos, tres kilos de comida como salvoconducto para acceder al curso, sin tener que pagar nada más. A cambio reciben 26 horas de formación teórica y práctica divididas en dos fines de semana. Tras superar dos exámenes, uno de conocimientos de reglamento y otro de normativa arbitral, los 86 nuevos árbitros ya se encuentran preparados para debutar.
El objetivo de este simple gesto es demostrarles que ECM no tiene ánimo de lucro y que lo que persigue con cada acción es educar en los valores propios del deporte, pero también en los externos, siendo la solidaridad con los más necesitados uno de estos últimos.
En la mañana del pasado sábado algunos de los cursillistas ya pitaron sus primeros minutos en la jornada práctica que se celebró en el colegio Mater Immaculata de Madrid. Los novatos de fútbol sala visionaron dos encuentros de categorías benjamín y alevín dirigidos por los veteranos Sergio Custodio y Javier Crespo, a la vez que realizaban ejercicios prácticos. En el caso de los aspirantes de voleibol, presenciaron un encuentro de categoría alevín y otro juvenil para ver las diferencias entre un partido con cuatro o seis jugadoras por equipo. Los primeros en debutar con el silbato en la boca fueron los novatos de baloncesto que se turnaron para dirigir dos encuentros ayudados por sus profesores.
“Cada año hacemos una exhaustiva labor de búsqueda y formación para que los árbitros lleguen al comienzo de temporada con la mayor de las experiencias y la competición se desarrolle de la mejor manera posible. Es indispensable que los árbitros entiendan la importancia de su cargo desde un punto de vista pedagógico y desempeñen su función con educación y respeto. Tienen que entender que forman parte de una competición distinta”, explica Carlos Gómez, coordinador de árbitros.
Así, tras haberse celebrado el fin de semana pasado la fase práctica de la formación arbitral y los fines de semana del 4, 5 y 6 y del 17, 18 y 19 de octubre la parte teórica, el departamento de Deporte Escolar y Valores ha recolectado más de 400 kilos de comida solidaria que esta semana han sido donados al banco de alimentos de Cáritas para distribuirlos entre personas necesitadas.
Para dotar a los aspirantes de la mejor arma, el conocimiento global, desde ECM han buscado profesores que tengan un elevado perfil técnico, con experiencia contrastada en la materia y que conozcan a la perfección el campeonato y su idiosincrasia. Los profesores de futsal han sido Fernando Gutiérrez, instructor de árbitros de fútbol sala en la Real Federación Española de Fútbol, exárbitro FIFA y exárbitro de ECM, y Javier Esteban, quien, además de dirigir el evento, ha sido árbitro de 1ª división de fútbol sala.
Por otra parte, las formaciones de baloncesto y de voleibol las han impartido dos personas cuyo perfil combina todos los requisitos anteriores. Carlos Gómez, árbitro nacional de baloncesto en la federación de dicha disciplina de Castilla La Mancha y coordinador de árbitros de ECM, y Javier Rivero, responsable del área de competiciones de ECM y a su vez árbitro de la federación madrileña de voleibol.
El lema de la competición: “Educamos jugando, jugamos educando” cobra mayor importancia si cabe en las primeras jornadas de la temporada pues los árbitros también se enfrentan a sus primeros encuentros. Como novedad, esta temporada el Departamento ha puesto en marcha una iniciativa que consiste en dotar a los árbitros menores de 16 años de un brazalete identificativo con el que se pretende crear un mejor ambiente en todos los encuentros y reducir las protestas por parte del público. “Debemos tener paciencia todos con ellos y ayudarles a que sigan su formación cuanto más tiempo mejor. Solo así podremos seguir disfrutando del deporte cada fin de semana”, concluye Gómez.
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