En la calle del Corazón de María número 1 se encuentra el colegio Claret de Madrid, uno de los centros más emblemáticos de la competición que organiza desde hace 35 años Escuelas Católicas de Madrid (ECM). Su coordinadora es Marina Álvarez, responsable del departamento de Educación Física y profesora de dicha asignatura. Además, es antigua alumna y llegó a jugar en División de Honor en fútbol sala. Esta temporada se encarga de supervisar los 56 equipos que Claret ha inscrito en la competición y confía en las jugadoras del Alevin ‘A’ y del Infantil ‘A’ de voleibol para conseguir una medalla.
Pregunta. ¿Por qué su centro elige la competición de Escuelas Católicas de Madrid para sus alumnos?
Respuesta. Somos un colegio que lleva muchos años dentro de la competición y la elegimos porque los valores que nosotros como colegio intentamos trasmitir a los alumnos son los mismos que defiende esta competición. Vamos de la mano con ellos en este sentido. Nosotros damos mucha importancia a valores como la solidaridad, la igualdad, la amistad o el esfuerzo diario. Nosotros intentamos transmitir todos estos valores en los entrenamientos, pero es importante que se refuercen en los partidos de los sábados como sucede en esta liga. También valoramos que estos mismos valores sean los que defienden nuestros rivales. Al final es una unión entre la organización y los participantes para ayudar a educar a los alumnos. Además, también valoramos muy positivamente el trabajo que realiza la organización, la cercanía con los coordinadores de la competición, su trato diario y las facilidades que nos dan para todo. Nuestro objetivo es fomentar el deporte, que lo hagan en el colegio en un ambiente seguro y sano y por eso elegimos la competición de ECM.
P. ¿Qué acciones se realizan en su centro para que los alumnos aprendan la importancia de los valores a través del deporte?
R. Bueno, desde mi propia experiencia que soy la jefa del departamento de Educación Física y la profesora de todo primero, segundo, un tercero y un cuarto de la ESO, además de antigua alumna del centro, años en los que practiqué fútbol sala aquí y en los que llegue a la selección de Madrid y a División de Honor, creo que los valores se enseñan en cada etapa, desde que entras en infantil, pasando por los recreos y, por supuesto, en los partidos de los sábados. Intentamos que nuestros entrenadores sean antiguos alumnos, además algunos de ellos son catequistas del colegio. Al final buscamos una unión entre todos los departamentos que afectan al alumno. Somos un colegio muy grande de casi 2.000 alumnos y contamos con 56 equipos esta temporada. Casi un 75% de los entrenadores son antiguos alumnos. Esta situación es lo que hace cole y una de las principales acciones que realizamos, involucrar en la labor educativa a nuestros antiguos alumnos.
P. Centrándonos en el voleibol, ¿cuántos equipos participan en la XXXV edición de los juegos deportivos de ECM? ¿Cómo confeccionan los equipos en el colegio Claret?
R. Esta temporada tenemos 15 equipos de voleibol y los equipos los confeccionamos por cursos intentando no mezclar edades. Esta temporada tenemos más de 200 jugadores en nuestros equipos de voley. Es cierto que nosotros no cerramos las inscripciones en todo el curso y que si alguien en noviembre o en febrero, por poner ejemplos, decide apuntarse le aceptamos. Por este motivo no me gusta cerrar los equipos con 15 jugadores para que siempre haya plazas. Nuestros equipos suelen ser de 8, 10 o 12 jugadores para dar la bienvenida a todo el mundo, en cualquier momento. Además, nosotros no realizamos pruebas de nivel, comenzamos en junio con la elaboración de los equipos que ya están formados e introducimos a los nuevos según se van apuntando.
P. ¿Cuál es el secreto para que su colegio se encuentre cada año al frente de las clasificaciones?
R. Es cierto que desde hace siete u ocho años introducimos el voleibol entre nuestras actividades y desde hace seis conseguimos buenos resultados. Intentamos cuidar mucho la base, que nuestros entrenadores se formen y así subir el nivel. Tenemos escuela de voley para 1º y 2º y para 3º y 4º. Son equipos que no compiten y que entrenan una vez a la semana, pero casi todos los jugadores terminan apuntandose a los equipos de competición. Yo creo que el secreto está en el trabajo, en el mimo a los alumnos y en el cuidado a los jugadores. En mi caso, me esfuerzo por cuidar a los entrenadores y a los monitores para que trabajen a gusto. Al final yo creo que el secreto está en crear una familia que trabaje en la misma dirección.
P. ¿Qué formación pedís que tengan vuestros entrenadores?
R. Intentamos que tengan el título, al menos el primer nivel, pero no siempre lo conseguimos. Principalmente tiramos de antiguos alumnos que empiezan como “becarios” en primero o segundo de Bachillerato. Les ponemos con entrenadores veteranos para que aprendan cómo se dirige un equipo, diferentes ejercicios, objetivos en cada etapa y así pasan una o dos temporadas como monitores en formación. Son alumnos a los que yo como profesora del centro conozco desde infantil y lo que realizamos es un trabajo de formación continua para que cuando salgan del centro puedan ser entrenadores. Hemos tenido años en los que hemos hecho el curso de monitor en el colegio y otros en los que nosotros les subvencionamos la formación del título de monitor.
P. ¿Por qué crees que sus jugadoras eligen el equipo del colegio frente a clubes federados?
R. Principalmente creo que es por la comodidad que tiene esta liga y por entrenar en el colegio. Para mi entrenar en el cole es una pasada, y lo digo yo que he entrenado toda la vida desde los 8 a los 18 años. Yo creo que los más pequeños lo que quieren es jugar con sus amigos y para las familias es más fácil a nivel logístico que tener que llevarles fuera. Además, esta liga te permite jugar contra colegios cercanos por lo que los desplazamientos de los sábados son más fáciles. Luego, en la etapa de la ESO, sobre todo todo para las chicas, lo que quieren es desarrollar un deporte con sus amigas. No les importa tanto la competición, sino estar con su grupo. Para los padres esto también es cómodo porque la mayoría viven por el barrio y pueden ir a entrenar solos. Por otro lado, para nosotros la competición juega un papel secundario. Los lunes yo les pregunto si han ganado o perdido, pero sobretodo si se lo han pasado bien, si se han divertido. Lo importante para nosotros es que al año siguiente quieran repetir con nosotros y no abandonen el deporte.
P. Además de participar en los juegos ECM, también lo hacen en los Juegos EMDE de Torremolinos. ¿Qué experiencias o vivencias aporta este torneo a los alumnos?
R. Los Juegos EMDE son una auténtica pasada. Yo he participado en campeonatos de Europa y en torneos por todo el mundo y considero que estos Juegos no tienen comparación. La organización, la entrega, el trabajo que hacen es increíble tratándose, además, de jugadores de todas las edades y contando con colegios de toda España. Cuando me preguntan los padres siempre les digo que es una experiencia brutal y que no se puede comparar con nada. Aporta la experiencia de vivir una semana como un deportista profesional desde edades muy tempranas, siempre bajo una organización muy controlada. Además, se refuerzan los mismos valores que en el colegio: el respeto al rival, la convivencia con otros equipos, superar las derrotas en equipo o la oportunidad de conocer jugadores de otros colegios y provincias de tu misma congregación. Al final se sienten deportistas de primer nivel durante una semana.
P. Como coordinadora veterana de los juegos deportivos de ECM, ¿Cual ha sido su momento más bonito vivido durante estos años?
R. Hay muchos y muy buenos pero para mi, que he entrenado durante muchos años los equipos femeninos dentro de esta competición, me quedo con el campeonato de España de fútbol sala con las niñas. Llevamos niñas desde cuarto de primaria y participábamos en categoría juvenil. Perdimos todos los partidos pero las chicas no dejaron de pelear ni un solo partido. Vivimos una semana muy emocionante con experiencias como hacer el Ratoncito Pérez a una jugadora que se le cayó un diente o tener que despertar a las niñas que se quedaban dormidas viendo Bob Esponja mientras las rivales no querían ni entrar en las habitaciones. Fue una gran experiencia para mi y para las niñas que terminó con el premio a los Valores Deportivos que nos entregó la organización por lo vivido durante la semana. También es muy gratificante ver cómo los alumnos del aula TEA, con alguna discapacidad, están totalmente integrados en nuestros equipos. Es muy emocionante verlos jugar con sus compañeros. Esta iniciativa se puso en marcha el año pasado y es increíble ver cómo son acogidos por sus compañeros, cómo se esfuerzan en los entrenamientos y cómo lo dan todo en los partidos. Es súper gratificante esta experiencia.
P. ¿En qué cree que podría mejorar la organización de los juegos?
R. Creo que habría que buscar alguna alternativa a los días de lluvia, los coordinadores estamos muy liados, se juega, no se juega. Sé que esto es abrir un melón que se ha intentado solucionar muchas veces y que no siempre todos los coordinadores estamos de acuerdo, pero creo que habría que buscar alguna manera. Creo que dar dos semanas de plazo para poner fecha a los aplazados y que sino se llega a un acuerdo lo pongo la organización ha sido un avance, porque si no se quedaban partidos pendientes en tierra de nadie. También se podría mejorar el nivel arbitral, aunque sé que cada vez es más difícil encontrar árbitros, pero al final cada vez llegan más chavales jóvenes sin experiencia y les resulta muy difícil resolver situaciones complejas. La mejora sería conseguir más árbitros. Pero en general creo que la organización es muy buena y la posibilidad de realizar los calendarios mes a mes, como se hace ahora, ha sido un gran avance y evita muchos trámites.
P. Hagamos una apuesta. ¿Qué equipos ve con potencial para luchar este año por las medallas en voleibol?
R. Es difícil todavía, pero espero que el Alevin A que es una de las joyas que tenemos en la cantera lo consiga. Se que están haciendo un gran trabajo con su entrenadora y las chicas se lo merecen. Apostaría también por el Infantil A que está muy fuerte este año y que tienen ese puntito de responsabilidad y competitividad que puede marcar la diferencia a la hora de la verdad.
Por Eduardo Redondo.
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