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Cómo evitar lesiones

Pilar Quijada el

Javier Esteban

Las fibras de los músculos del cuerpo humano, esas rayitas de color rojo y blanco que aparecen en los libros de texto, son como la goma que se utiliza para hacer puenting. Cuando se realiza un ejercicio el músculo se alarga y se encoge como una cuerda elástica y lo hace muchas veces. Cuanto más se esfuerza el deportista más rápido trabajan las fibras, estirándose y alargándose con más intensidad. Esta secuencia de movimientos puede provocar lesiones musculares, como aparece en los periódicos casi a diario cuando afectan a deportistas de élite como Messi o Benzema, este último lesionado de abductores recientemente frente al CSKA de Moscú.

 Las lesiones más comunes son las contracturas, microrrotura de fibras y rotura de tejidos. Cada una precede a otra en el tiempo y en la gravedad, es decir, si se sufre una contractura y no se para a tiempo se puede provocar una microrrotura, y así sucesivamente. Por lo cual cuando algún deportista nota un dolor en una zona muscular, normalmente llamado pinchazo, debe parar su actividad de inmediato. Si es un jugador, tiene que pedir el cambio porque seguir jugando con dolor puede ser dañino para él mismo y además puede perjudicar el nivel de su equipo.

Normalmente este tipo de lesiones suelen producirse en personas adultas, siendo menos frecuentes en niños o adolescentes. El motivo principal es que la elasticidad de esas “gomas” humanas, los músculos, se va perdiendo con el paso de los años. Un bebé es lo más flexible que se puede encontrar, mientras que los ancianos son mucho más rígidos.

Aunque esta pérdida es un proceso natural inevitable, se puede frenar si se mantienen unos hábitos beneficiosos entre los que practican deporte. De hecho hay muchas personas mayores que son mucho más elásticas que algunos jóvenes. El modo de mantener esa elasticidad infantil es realizar ejercicios de estiramiento siempre, pero principalmente cuando se haga deporte.

Esta sana costumbre evitará además lesiones citadas anteriormente, aunque no todas, porque muchas son provocadas por la fatiga muscular. Los ejercicios para estirar se deben realizar antes y después del ejercicio. Al principio de forma más suave para no transmitir al músculo que va a relajarse, pero si para darle recorrido. Después del partido sí tiene que ser más profunda la sesión de  flexibilidad.

 Existen distintos ejercicios, según los grupos musculares utilizados en cada deporte, por lo que hay que consultar con expertos, por ejemplo, con los profesores de Educación Física o con los entrenadores de actividades extraescolares, pero nunca se debe permitir el empezar o terminar una clase de gimnasia, o un partido, sin estirar. Además los estiramientos previos al ejercicio deben ir acompañados de un calentamiento.

Otra cuestión a tener en cuenta es que no hay que realizar rebotes a la hora de hacer el estiramiento, ya que debe ser una presión continua sobre la zona ejercitada, pero sin forzar. El incumplimiento de estas dos pautas puede provocar efectos contarios a los que se pretenden, es decir, pueden provocar lesiones.

 Por lo tanto si lo que se pretende es no romperse, como se dice vulgarmente, y  llegar a mayor en un estado físico saludable hay que adoptar estos hábitos, que son buenos para jóvenes y adultos, y para aficionados y profesionales del deporte. Porque es más importante el prevenir que curar. Animo y a estirar.

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Pilar Quijada el

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