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Blogs La viga en el ojo por Fredy Massad

Concéntrico: La ciudad es para la gente

Concéntrico: La ciudad es para la gente
Fredy Massad el

Concéntrico, Festival Internacional de Arquitectura y Diseño de Logroño, concluyó el pasado 3 de mayo su novena edición.

Desde su inauguración en 2015, organizado por la Fundación Cultural de los Arquitectos de La Rioja, y siempre bajo la dirección y comisariado de Javier Peña Ibáñez, Concéntrico ha tomado Logroño con el propósito de hacer una reflexión sobre la ciudad.

Concéntrico nació como un dinamizador del degradado casco antiguo de Logroño, pero su efecto hoy ya se extiende a todo el territorio municipal: desde la olvidada margen del río Ebro a la periferia, incluso hasta la viña, donde está ubicado uno de los proyectos de este año, Mesa Elevada de Jennyfer Alvarado y Álvaro González. Pensar la ciudad desde posibilidades alternativas implicando a sus habitantes fue la  motivación que impulsó a Javier Peña a arrancarlo: «Me parecía que existía la necesidad de un espacio para pensar y hablar sobre la ciudad y que la ciudadanía acompañara esa reflexión para así intensificar el sentido de pertenencia a un lugar. Comprendiendo que el modo en que ocupamos el espacio colectivamente deriva de los ritos tradicionales, se trataría de establecer nuevos ritos para hoy, generar nuevas formas de estar en común y alentar a que la gente se ocupe del lugar en que vive, que traslade al ámbito del espacio compartido ese mismo sentimiento de propiedad que tenemos respecto al privado y que esa querencia se sustentara en mayor formación, herramientas y capacidades críticas.»

 

Las siete intervenciones que compusieron la primera edición abrieron el camino para la gradual definición y consolidación de este proyecto que, como señala Peña, posee un espíritu muy distinto al que caracteriza a bienales y eventos dedicados a la arquitectura y al urbanismo justamente por ese hecho de estar principalmente dirigido al público general, y también abierto a este, en lugar de plantearse como el convencional y endogámico encuentro para profesionales. La conclusión de cada edición no es «un punto y aparte tras el que va a sentenciarse algo, sino un punto y seguido». Su concepto se basa en su continuidad, su celebración anual, que hace que, concluida una edición, la siguiente sea aguardada «casi como un festejo por la ciudadanía, que es a quien objetivamente va dirigido nuestro proyecto», explica Peña.  Esta continuidad ha permitido «ir tensando la cuerda año a año e ir introduciendo nuevos temas y situaciones mediante las que se ha hablado desde cuestiones de diseño urbano puro y duro a los modos de sensibilizar el espacio público, pasando por cuestiones que van también a lo político» y hacerlo con atrevimiento y desde un tono eminentemente afable. «Hemos logrado hacer intervenciones con esa osadía porque hemos ido aprendiendo de nosotros mismos y evolucionando. Eso ha hecho que las personas estén cada vez más integradas en los procesos de diseño que compartimos o establecemos con ellos y comprendan muy bien de qué va esto.»

 

Numerosos colectivos y entidades locales, como centros educativos y asociaciones sociales y culturales se han integrado al festival para explorar y fomentar nuevas prácticas colectivas en el espacio público, participando en algunos de los dieciocho proyectos seleccionados por Concéntrico 09, que ha convocado un concurso para otros tres dentro de Cities Ahead, programa europeo iniciativa de Goethe-Institut que promueve a ciudades creativas. De entre esas dieciocho propuestas destacan Fuente Urbana de Un Parell d’Arquitectes, Muralla Doble de Design with Company, El Jardín de las Interacciones de Studio Ossidiana, La Rebelión del Crazy Army de Recetas Urbanas, Sombra Proyectada de Camille Walala, Siruloño de Pool is Cool+ Dallas y Casas para pájaros de Hollmén Reuter Sandman.

Especialmente ilustrativos del espíritu y objetivos de este festival son La Rebelión del Crazy Army, un «ejercicio de estrategia colectiva» que Santiago Cirugeda ha desarrollado junto a los profesores y alumnos del IES Batalla de Clavijo, «para hacer permeable el centro educativo y reconectarlo con el espacio público» mediante diferentes construcciones y que pone de manifiesto esa voluntad de que la gente sea parte activa de la construcción y definición de la arquitectura. Sombra Proyectada es la instalación temporal de una pérgola que sirve como aviso para el consistorio de la ciudad sobre la necesidad de una estructura permanente de ese tipo en ese enclave. Por su parte, Siruloño plantea un ejercicio de economía circular reciclando en la orilla del Ebro la estructura desmontada de una intervención presentada en la edición de 2022.

 

A lo largo de sus nueve ediciones más de cien instalaciones urbanas, a las que sumar las que van a llevar a cabo los participantes en la actual, este festival ha demostrado que lo que en un principio podría aparecer como una acción lúdica pero intrascendente es de hecho una fuerte herramienta para pensar y un campo de acción propositiva. A través de estas intervenciones temporales lo que ha tratado de ponerse de manifiesto que «la arquitectura efímera no es de hecho algo tan efímero, sino una situación emocional que genera una forma de estar diferente en la ciudad y establece unos nuevos códigos de uso».

Esta naturaleza temporal conlleva también una distinta materialidad respecto a la arquitectura “ortodoxa”, lo que permite también el enfoque en cuestiones que no tienen obligación de detenerse en primera instancia en lo pragmático, sino en otras que apelan a otras situaciones y otras dimensiones de lo humano. «Hemos convocado a muy diferentes formas de hacer ciudad, muchas veces acogiendo a lo más joven, que es el espíritu que posiblemente menos representado se halle entre nuestras formas de hacer ciudad. El joven siempre busca algo más fulgurante. Siempre hemos acogido esto para poder descodificar cosas que están en el subconsciente y que intentamos plasmarlas en un ejercicio de prueba y error que creo que el público también agradece.» Un público al que, en ese trabajo orientado a capacitarlo con criterio y recursos de opinión crítica: « Queremos aproximar al público general la arquitectura para que la comprendan como una herramienta que nos permite entender el espacio, su funcionamiento, cómo nos relacionamos…No se ofrecen a los ciudadanos capacitaciones para que la arquitectura se entienda, para que puedan discernir qué es correcto y qué no lo es. Contribuir a esta capacitación algo que nosotros hemos tratado de trabajar mucho mediante la repetición de localizaciones para poner de manifiesto que la respuesta no es única, sino múltiple, igual que la exposición que hacemos en el Colegio de Arquitectos, donde presentamos el proyecto ganador, pero también todos los demás, para que los visitantes puedan cuestionar la decisión de que se haya escogido justamente a ese determinado ganador.»

 

No es una exageración afirmar que Concéntrico ha sido uno de los elementos clave para la implicación de la Administración y los ciudadanos en las mejoras que hoy el visitante de la ciudad advierte inmediatamente. Ahí donde otras ciudades de mayor envergadura proclaman ideas que acaban disolviéndose en el aire, Logroño las ha puesto en marcha.

(Todas las imágenes: Cortesía de Concéntrico)

(Este artículo apareció originalmente publicado en el suplemento cultural de ABC del 29 de abril de 2023.)

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