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Blogs La viga en el ojo por Fredy Massad

Entrevista a Josep Lluis Mateo (3ª parte)

Entrevista a Josep Lluis Mateo (3ª parte)
Fredy Massad el

En la tercera y última parte de esta conversación, Josep Lluís Mateo habla sobre dos recientes proyectos (el Museo y Auditorio en Castelo Branco, que se inaugura el próximo día 13 de octubre, y la propuesta presentada para el concurso del Museo de Lascaux) y concluye con una reflexión breve sobre el interrogante que la actual crisis cierne sobre los arquitectos y la arquitectura

 

-¿Cuál es ese proyecto que te ha sido devuelto por el «viento del pasado»?

Es un proyecto que hice hace diez años y estoy construyendo ahora. Se trata además de un proyecto que a mí siempre me había gustado e interesado, y que lamenté no poder construir en su momento. Pero, diez años más tarde, ha comenzado a hacerse. Así que, de alguna manera, es como un viento del pasado que me empuja. 

Es un pequeño museo y auditorio en Castelo Branco (Portugal). Siempre trato de hacer mis proyectos con la sensación de que estoy trabajando lo mejor que puedo, pero tenía una sensación muy particular de que aquél en concreto era un buen proyecto. De ahí la decepción cuando el proyecto no salió adelante entonces.

Se dan proyectos por los que luchas, pero de los que no conoces las condiciones, o no las interpretas adecuadamente, o no sabes gestionarlo lo suficientemente bien…y comprendes que será algo que no podrá llegar al final. Y con este proyecto que parece que trae el viento del pasado se da la paradoja además de que se está haciendo en Portugal, un país hundido.

El edificio es una estructura de dos patas, con un pequeño museo y un auditorio en la parte superior (destinado a que fuera utilizado por Maria João Pires, que ya no vive en la ciudad), y debajo una pista de hielo, tras la cual hay una biblioteca y un jardín.

Me parece que es como uno de esos edificios de Lina Bo Bardi. El edificio se encuentra en una plaza, en relación también a un edificio de los antiguos cuarteles situado allí. Es una plaza realmente muy bien usada, que cuando yo diseñé mi proyecto la estábamos construyendo…Y de una forma increíble, que realmente no entiendo, el proyecto se está conviertiendo en realidad.

En el fondo, si creemos en la historicidad de nuestro trabajo −en donde pasado, presente y futuro en algún nivel se confunden− el viento del pasado, el eco hacía el futuro de nuestras ideas, puede ser también un sensor de su pertinencia y de su cualidad.

¿ Destacas alguno de tus proyectos más recientes?

 Acabo de terminar también otro proyecto que me gusta: el concurso para el museo de Lascaux. Es un proyecto relacionado con la cuestión de la tierra y lo arcaico, cuestiones que me interesan.

Quedamos en segunda posición, el concurso fue ganado finalmente por Snøhetta. Se trataba de un proyecto para llevar a cabo en las cuevas de Lascaux con el objeto de albergar la colección de arte paleolítico y pinturas rupestres.

Para garantizar la preservación de esas pinturas, hace mucho tiempo que el emplazamiento no puede visitarse. En los años 60 se construyó una réplica de la parte más espectacular, que tiene un flujo regular de visitantes. Ahora, en la base de la misma montaña, va a hacerse una réplica de la casi totalidad de la cueva. El edificio debía alojarla y completarla con instalaciones museográficas habituales.

El tema me atrae porque su argumento es muy fuerte. En primer lugar por la yuxtaposición que plantea entre ficción y realidad, ya que el visitante acude a ver una réplica, con el riesgo de que, mal conducido, el proyecto acabe siendo una especie de disneylandia y que todo el potencial de emoción que puede producir ese reencuentro con los orígenes se convierta en algo absurdo.

Otro tema que me interesaba era la conexión con el mito de la caverna de Platón, una metáfora que siempre me ha impresionado, con la idea de las luces y las sombras. La relación entre la realidad y el conocimiento, las sombras platónicas, la caverna…Resultaba muy adecuado para mi caso, en el que se aludía a la luz, la sombra, lo que se veía y no se veía…

Al entrar, el visitante no vería nada, sólo la montaña. El edificio estaría algo separado de la montaña, pero la visión fundamental que tendría el visitante sería la de la montaña, que es de hecho el único elemento real. El visitante está como tocando la roca, viendo los árboles y elementos naturales del entorno.

En la réplica de la cueva era muy importante la salida: para ir viendo la sombra de todos los personajes que se iban convirtiendo en reales; desde allí, ya no se veía nada y se pasaba a la siguiente planta, donde se encontraría el museo, y que sería un espacio de luz. Éste era un espacio semi-enterrado, tratando de transmitir la sensación de penetrar en la tierra.

Ha sido uno de esos proyectos que realmente he lamentado no poder llevar a cabo. Pero bueno…quién sabe…quizá el viento vuelve…

 

 

Centre International de l’Art Pariétal Montignac Lascaux (Francia)

¿Te permite observar con cierta perspectiva la situación de crisis de la arquitectura aquí en España desde el contexto suizo (que conoces a fondo por tu cargo como catedrático de proyectos en la ETH de Zúrich)?

Sin duda, también mi trabajo profesional se produce casi en exclusiva en el exterior. Por eso, valoro más algunas de nuestras capacidades y potencialidades locales y no siempre veo la situación con pesimismo.

Hemos pasado del todo a nada. Quizá ese todo fue excesivo.

Nuestra profesión, que es tan utilitaria y tan pragmática, sin tener trabajo con unas determinadas condiciones laborales mínimamente adecuadas, desaparece.

O se convierta meramente en un oficio sin ninguna trascendencia real, en que el arquitecto únicamente se contrate para diseñar viviendas adosadas,

Estamos en un momento de incógnita, difícil, pero también atractivo. Lo que siempre me ha motivado ha sido creer en la fuerza de la arquitectura. La arquitectura tiene una energía. En todo caso, es como una especie de esperanza.

No digo que siempre sea una realidad, pero sí esperanza de que una obra puede cambiar en positivo un lugar, una forma de vivir, resolver un problema… Una energía que quizá fracasa, por miles de razones, entre otras el propio arquitecto.

Pero yo sigo teniendo fe en esta idea y en la idea positiva de transformación, no sólo estética sino también general, de la arquitectura y que esta capacidad no se ha perdido. Y creo que no soy el único que la tiene.

Imagen superior: CCCB (Centro Cultural en Castelo Branco), Portugal.  (Fotografía: Adrià Goula)

Entrevista a Josep Lluís Mateo. 1ª parte

Entrevista a Josep Lluís Mateo. 2ª parte

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