No es Tim Robbins, sino Neil Young, de quien ayer se proyectaba el documental que le hizo Jonathan Demme.
Era una de las películas que tenían que pitar, y pitó. Kore-Eda se pone en plan Ozu (más en exteriores, incluso, que en interiores) para contar una entretenida y maliciosa película sobre una familia, con el patriarca borde, la madre graciosamente cruel, los hijos y nietos al abordaje y el peso muerto del recuerdo del hijo mayor, fallecido en un accidente hace quince años. Cristalina. Elegante. Profunda. Cínica. Melancólica…, ‘Aruitemo, Aruitemo’ es una película grande, hermosa y emocionante. Hala, para el jurado.
La palestina ‘El cumpleaños de Leila’ también competía ayer, y también hizo pleno en el público. Su pequeñez, en todos los sentidos, es entrañable y su pequeña lección de repaso a algunos de los ‘males’ de los palestinos es francamente sorprendente. Muy recomendable. Hala, también para el jurado.
Enlazo con esto mismo, pero en suversión papel de ABC
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