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Blogs Una de piratas por Oti Marchante

Que viva el Boliche

Oti Marchante el
Imagen de los Boliche en su anterior etapa. Pronto veremos el cambio

Todavía pillaré, seguro, a alguien llorando por la noticia de los cine Renoir y por eso quiero lanzarle un clínex aunque adelante la noticia unas horas, o unos días: abren unas salas en Barcelona, Boliche Cinema, que son los viejos Boliche que se reabren con un nuevo espíritu. Doble Mano (Rafa Dalmau y Alfons Mas) y doble espíritu: programar sólo películas en versión original, y doblar las que sea necesario sólo en catalán. Es decir, películas en español (o castellano, si se prefiere) y películas en otros idiomas pero subtituladas en lengua catalana. Y para dejar clara su intención, la idea es inaugurar cuando el papel lo permita (siempre el dichoso papel) con “Ayer no termina nunca”, película hablada (y mucho) en “castellano”, y con “Iron Man 3” subtitulada al catalán. Unos cierran y otros abren, la historia de nuestra Historia, y que podría ser el arranque, el germen, de las nuevas ideas que precisa como el comer nuestro obsoleto sistema de exhibición pública de películas, tan rígido, tan novecentista, tan pensado en sesiones y dinero para un público que ya no existe…, casi. Como es natural, el hecho importante de que sólo se traduzca (nunca doblar) al catalán será usado de esa manera tan grosera que siempre se usan estas cosas, y no faltarán quienes vean en ello una oportunidad para subirlo a la ola del derecho a “decidir”, y lo pongo entre comillas porque, en realidad, apela otro derecho mucho más saludable, el de decidir, sin comillas, ver películas en versión original y, cuando sea menester, poder leer los subtítulos en catalán. Siempre se podrá ver doblado “Iron Man 3”, pero en los Boliche se ofrecen a quien quiera subtítulos en catalán. Ese ejercicio o placer tan anclado en el ser humano de ir al cine necesita, obviamente, un cepillado y un abrillantado, y los tiempos empiezan a cambiar de un modo lampedusiano para que, en el fondo, todo siga “igual” y ver el cine en una sala sea ahora, luego y después una aventura mucho más enriquecedora y grata que en tu chiscón y frente al ordenador.

Y hago un enlace con un artículo publicado hoy sobre este mismo asunto

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