Primera y no última impresión de ‘Apocalypto’ (continuará)

No es el momento de hablar de ‘Apocalypto’, o sea que hablaremos de ello, además de regar el blog con los estrenos de este viernes, como es (casi) costumbre. De Apocalypto quiero decir lo primero dos cosas, lo cual ya es una contradición: o una u otra será lo primero. Mi dilema consiste en que no sé a qué darle preferencia, si a que ‘Apocalypto’ me ha decepcionado un poco, o si a que ‘Apocalypto’ es una gran película, que te transporta por completo y te obliga a mantener un ritmo y una tensión que no todo el mundo son capaces de resistir. Sea cual sea primero de esos dos comentarios, el tercero es, sin duda: no hay en ‘Apocalypto’ ni el menor rastro de todo ese salvajismo y regodeo en la violencia que, desde Dios (y algunos de nosotros) sabe dónde, se le quiere endosar al ‘antipático’ Gibson. Es más, es una película escrupulosamente limpia en lo que cuenta y en cómo lo cuenta. Naturalmente es una aventura, está llena de persecuciones y de batallas y violencias, pero no hay nada de eso que sutilmente se le echa encima a Gibson como un líquido maloliente. Impresionante la recreación y el modo de sumir la historia en el mundo maya. Impresionantes la intriga, el ritmo, el modo de narrar y de implicar sentimentalmente al espectador con unos personajes que aparentemente serían lejanos y que se cuelan misteriosamente por algún raro intersticio hacia nuestro interior…

Pero…, y es un reproche al cineasta grande, creo que se ha quedado algo corto en su guión: es una gran aventura, sí, que podría ocurrir en donde ocurre, o en África, Oceanía y hasta el Nueva York de hoy… No permite Gibson que su historia trascienda y sea exclusiva, como sí lo son los ‘complementos’ con los que la rodea. Es decir, imágenes inventadas, nunca vistas así, para narrar una aventurilla pre-vista, llena de guiños de género (el eclipse es un viejo recurso) y de momentos imaginables. Y aunque, al final le de un ligero toque trascendnete, creo que dos o tres vueltas más al guión, y un golpe ambicioso, le hubieran venido de perlas a ‘Apocalypto’

Total, no hay peros a esa película de aventuras que te rodea, te embriaga y te reduce a la más elemental y disfrutable condición de espectador; sí hay un pero a la indudable fortaleza de Mel Gibson, alguien capaz de contar lo que tantos han contado pero de un modo trascendente y como nunca lo ha hecho nadie, o dicho de otro modo, de exprimirle lo exclusivo a la Pasión de Cristo…

Pero, esta semana, los estrenos son otros, y muy importantes.

El truco final:

La masai blanca:

La caja Kovak:

Mujeres en el Parque:

Rocky Balboa:

Ponte las pilas (artículo de Toni García sobre el Festival de San Sebastián):

A la película de Nolan le dedicaremos su página especial, Dios mediante, el lunes. Hoy toca remitirnos a lo escrito por Federico Marín que ya habréis leído