Vamos a suponer que el mundo se dividiera entre normales y no normales, y que, para distinguirlos, unos fueran de rojo y otros de verde… ¿habría alguien totalmente de rojo, o sea, sin siquiera un brazo, una mano, un dedo, que no fuera verde?… Y, de hecho, si algún desafortunado fuera completamente rojo (es decir, normal) pasaría de inmediato a convertirse en el no normal, al ser el resto de los mortales un veteado singular y personal de los dos colores. Ni yo sé de lo que hablo, ni probablemente Leticia Dolera tampoco en su película “Requisitos para ser una persona normal”, lo cual no me impide animar al personal a ir a verla, pues es una historia muy ligera, fresca, modernuqui y bien intencionada sobre algunos de los problemas que tiene cualquier persona casi normal para sentirse bien. No sé si es el mejor estreno de esta semana en la cartelera, pero desde luego pega en colorido, tono y timbre con estos días en los que el calor no es normal (o sea, sí es normal, pero está moteado con el verde de la anormalidad).
Más estrenos, como el terrorífico (en el sentido que prefieran) “Insidious. Capítulo 3”, “Phoenix”, “Misericordia”, “Conducta”, “Negocios con resaca”…
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