Me declaro ferviente admirador de la película de Campanella:
Es justo lo que hubiera querido ser la película de Trueba.
Lo de Christophe Honoré, ‘Haciendo planes para Lena’, supongo que habrá decepcionado a quienes esperaran algo de este director. La película no tiene por dónde cogerla, a no ser que consideremos un pequeño asa a Chiara Mastroianni, esfordísima en un personaje realmente cortito, como todos los demás. ¿Cómo se puede hacer una película en la que ninguno de los personajes se guste a sí mismo, le guste al director y mucho menos al público?, y no porque sean villanos, es que son simplemente lejaaaaaaanos…
Tienen algunas escenas Chiara Mastroianni y el hijo de Phillippe Garrel que no tienen desperdicio
Según me dicen, ya se ha abierto la inscripción a un club antiCampanella y antiWoody Allen. No es raro: ambos devuelven al cine al lugar en el que la inteligencia, la emoción, la escritura y el mirón tienen toda la importancia del mundo.
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