Vuelven a creer en sí mismos. Vuelven a sentirse fuertes. Temibles. Temidos. Lo añoraban demasiado. La victoria del Real Madrid en el Camp Nou por 1-3, la más importante de la era Mourinho frente al Barcelona, ha otorgado a los futbolistas la confianza que echaban de menos. Mucha culpa tienen las decepciones sufridas ante el Getafe, el Betis, el Sevilla y el Granada, equipos que derrotaron a los blancos con una personalidad que dejó a los hombres de Mourinho en evidencia. El plantel madridista ha vivido con la duda psicológica de su capacidad durante media temporada. No tenían el poderío físico de la pasada campaña y lo acusaban sobremanera con esa falta de fuerza para reaccionar. Los pupilos del portugués no han remontado la mayoría de los partidos que se les han puesto cuesta arriba. Solo lo consiguieron en el milagroso 3-2 sobre el Manchester City en el Bernabéu. Cinco minutos antes del final de aquel encuentro perdían 1-2. Ahora, este triunfo en el Camp Nou les ha devuelto la fe en sus posibilidades. Los dirigentes del club reconocen que hacía falta una victoria como ésta para que los jugadores se sintieran con la moral de la campaña anterior. Ahora, los pupilos de Mourinho demuestran una seguridad en su valía que les hace pensar que la continuidad en la Champions solo depende de ellos mismos. El 5 de marzo se miden al United en Manchester y el equipo madridista esá convencido de su clasificación. Opina que si rinde a su nivel nadie puede pararle. Hay buen ambiente, risas. Mourinho les ha puesto con los pies en el suelo.
Les ha explicado que es muy bueno que vuelvan a sentir esa autoconfianza en su potencial, pero les ha advertido que para triunfar en Old Trafford deben abordar el partido con la tensión que vivieron antes de la visita al Barcelona. Les ha indicado que esa presión de responsabilidad es la que exprimió de ellos su mejor versión.
El portugués les ha exigido concentración y sentido del deber para jugar ante el United con la necesidad metal de ganar que demostraron en la ciudad Condal. El entrenador reflexiona que sus hombres deben hacer suya la importancia de continuar en la Champions que siente el club, santo y seña de la Copa de Europa. Si acuden a Manchester con esa presión asumida, se clasificarán. El luso ha destacado ante el grupo que el partido de Old Trafford es la gran final de este año. Allí hay que morir en el campo. La plantilla se enfrenta el sábado al Barcelona y tiene Oldf Trafford como fecha decisiva para su futuro. El técnico hará cambios en el clásico del día 2. Reservará hombres para la batalla de Inglaterra. Eliminar al Manchester es su obsesión. Trabaja psicológicamente con sus futbolistas para conseguir el reto. ya saben que ellos pueden. Y que quieren. Pero hay que saberlo plasmar ante un rival que impondrá ritmo físico para anular la calidad madridista. Mourinho ensalza que los toques de calidad deciden estos duelos. Lo importantes es no fallar cuando hay una oportunidad de marcar. Para ello hay que estar muy concentrado y creer en uno mismo. En eso está.
Real Madrid Tomás González-Martín.el