Tomás González-Martín el 07 abr, 2017 Florentino Pérez siempre ensalza con razón y objetividad que Bernabéu y Di Stéfano son los culpables de la leyenda universal del Real Madrid. El actual presidente, que comenzó su andadura hace diecisiete años, subraya que él sigue los pasos que marcó Don Santiago. Con Don Alfredo comenzó otra historia. La historia de querer ser grandes. De ser el mejor club del mundo. De jugar para ello. De pensar en serlo. De aquellos buenos barros nacieron estos lodos blancos que han empapado de madridismo todo el planeta. Seiscientos cincuenta millones de seguidores oficiales posee el Real Madrid en el mundo. Se dice fácil. Seiscientos cincuenta millones significa toda Europa, México y Argentina juntas. Solo en Indonesia hay 48 millones de incondicionales que compran productos de la marca RM. Bernabéu y Di Stéfano, un futbolista que venía de Colombia y Argentina, que no se hizo en el Real Madrid, forjaron los valores eternos del presente Real Madrid: lucha sin fin hasta el último segundo de cada encuentro (Sergio Ramos), sacrificio (Casemiro), creer en sí mismo (Cristiano), trabajar al máximo para aspirar a ser el mejor (Lucas), admitir la derrota con deportividad (Carvajal), felicitar al contrario (Zidane) y volver a trabajar inmdiatamente para intentar ser mejor que el rival que acaba de ganarte (Pepe). En el siglo XXI, Zidane representa esos valores del club. Vino de fuera, como Di Stéfano, y se erigió en un mito como futbolista. Jugó muy bien, triunfó y reconoció la derrota cuando perdió. Era tan honesto que se retiró un año antes del fin de su contrato porque veía que no rendiría al nivel que el madridismo disfrutócon él. Perdonó una ficha millonaria. Solo le pidió a Florentino, le rogó casi de rodillas, que no le dijera a su padre que había perdonado todos esos millones, porque su padre le cortaría la cabeza con la navaja de la Cabilia. Con esos millones comería toda la Cabilia argelina. Zidane regresó como entrenador. Y ha triunfado nada más llegar. Es el premio a su honradez y sabiduría profesional. Zidane representa todos esos valores del club que antes hemos mimetizado con el ejemplo de un futbolista en cada virtud. Zinedine suma todas esas características que definen a la entidad. Clase, entrega, mentalidad positiva, elogio al adversario, respeto, humildad dentro de la grandeza. Por eso, Zizou continuará en el Real Madrid hasta que él se canse mentalmente. Florentino Pérez cuenta con él para el futuro. Zidanes y valores. Otros temas Comentarios Tomás González-Martín el 07 abr, 2017
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