Tomás González-Martín el 19 dic, 2014 Nada más ganar la Champions, Sergio Ramos era coronado por el propio Casillas, y perdonen la crudeza de la frase, como “el pu.. amo” del Real Madrid. Íker dio un beso al sevillano. Tenía razón en denominarle como el jefe del equipo. No lo decía porque con su gol de cabeza hubiera salvado al guardameta de la guillotina mediática. Casillas había fallado en el gol del Atlético. Ramos empató el partido al filo de la navaja. También había destrozado al Bayern con dos golazos de cabeza en Múnich, preludio de la primera gran victoria madridista en el otrora infierno bávaro. El andaluz fue el mejor jugador del Madrid en la Liga de Campeones. El central fue, junto a Cristiano, el mejor futbolista de la temporada. Regresó el Madrid de Lisboa con la Décima y al día siguiente se comenzó a pensar en realizar el contrato definitivo de Ramos para que acabase su carrera en el club. Ahora mismo tiene ficha hasta 2017. Se le ofrecería un acuerdo hasta 2019 o incluso 2020. Pero la petición económica de su hermano René, representante del defensa, enfrió la situación. El jugador pidió una ficha de diez millones de euros. Ahora mismo cobra 6,5 millones. El club le oferta unos emolumentos similares por cuatro o cinco años. Y todo está parado. Empresa y futbolista han de llegar a una entente cordial. Hay un hecho real: Ramos se ha hecho grande en el Real Madrid y el Real Madrid se ha engrandecido también con su rendimiento a lo largo de una década. Para muchos es el mejor central de la historia junto a Fernando Hierro y José Emilio Santamaría, el hombre que rompió en 1957 el concepto de zaguero duro y revolucionó el Real Madrid con su calidad para sacar el balón jugado. Hoy, Ramos es el hombre que se encarga de enlazar el fútbol del equipo desde atrás. Es un estandarte del equipo. Es un referente. Debe continuar en el club con ese rendimiento supremo. Y debe acabar su trayectoria profesional, dentro de un lustro, con la gloria generada por los éxitos. ¿Dónde se iba a ir Sergio Ramos que estuviera mejor que aquí? Si es solo por dinero, hay otros lugares. Si es por trascendencia futbolística, no hay ningún equipo como el Real Madrid. Ý él lo sabe. El culpable de la Décima no puede marcharse. Debe ser también el responsable de la Undécima. Como dijo Casillas, “eres el amo”. Y eso no se paga con dinero. Ni se consigue con dinero, sino con eficacia en el césped. Otros temas Comentarios Tomás González-Martín el 19 dic, 2014
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