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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Cuando el problema es el exceso de calidad

Tomás González-Martín el

Pepe quiere quedarse en el Real Madrid, pero en febrero cumple 34 años y le aconsejan marcharse a China a cobrar diez millondes al año. James desea triunfar en la casa blanca, pero otros compañeros han rendido mejor que él y se debate entre seguir ganando títulos en España o jugar en otro club sin triunfos, como le sucede a Ozil. Odegaard tiene ofertas, pero quiere continuar en el filial para ver si asciende a la plantilla de los éxitos. Mariano tiene mil propuestas, pero prefiere consagrarse en el primer equipo en estos seis meses que pueden catapultarle todavía más al protagonismo en el ataque. Florentino Pérez y Zidane tienen un bonito problema: exceso de calidad. Menudo sufrimiento. Más lo quisieran diecinueve equipos de Primera y doscientos de toda de Europa. Esto es una verdad como la Champions: nadie tiene el problema que vive el conjunto blanco.
Zidane cuenta con dos y tres jugadores por puesto, la mayoría de ellos internacionales, y cada tres días debe elegir a uno y sentar a dos. Sentar a dos futbolistas que serían titulares en la gran mayoría de clubes. No es fácil. Es el precio que se paga por ser profesional del Real Madrid. La demostración se ofrece en datos.
Keylor cuenta como suplente a Kiko Casilla, portero internacional, titular indiscutible en el Español, que lo sería también en una docena de escuadras de Primera y en media Europa. Yáñez, el tercer guardameta, también sería titular en muchos clubes si dejara la casa blanca.
Dani Carvajal le quita el sitio a Danilo, defensa internacional brasileño, gran lateral, no valorado en España. Es muy válido. Triunfaría en cualquier equipo, empezando por el Barcelona, que busca hombre en el flanco derecho.
Ramos y Varane dejan inicialmente en el banquilo a Nacho y Pepe, cuatro centrales de órdago que rotan en una titularidad compartida y que serían la envidia de todos los equipos del mundo. Hoy, Varane y Nacho, los más jóvenes, serían pagados a precio de oro por todos los equipos, si pudieran contratarlos.
Marcelo es el mejor lateral izquierdo del mundo. Nacho, el futbolista multiusos, es su mejor relevo para dar descanso al brasileño. Incluso Danilo ocupa esa plaza cuando es necesario. En esta lista se incluye Coentrao, que es la excepción que confirma la regla del Real Madrid. No rinde. Y lo reconoce. Al menos es sincero.
En el centro del campo, Kroos, Modric, Casemiro, Kovacic e Isco son cinco titulares para tres posiciones. Cualquier club los desearía tener. Detrás se encuentran James y Asensio, un consagrado y un joven, que participan de manera alterna. El colombiano perdió el sitio a los pies de Casemiro, Isco y Kovacic. Asensio entra de forma discontinua y funciona.
En el ataque, Cristiano, Bale y Benzema son los titulares y Lucas, Morata y Mariano los reservas de lujo. Las lesiones de los tres fijos han permitido lucir a los tres relevos.
Lucas es el primero de la lista. Juega en lugar de Gareth y también como centrocampista. Si no parte como titular, el gallego es el primer recurso de los segundos tiempos. El extremo fino que penetra, regatea, rompe defensas y da pases de gol.
Morata es el sustituto de Benzema. El madrileño ha solventado con sus remates partidos importantes, frente al Sporting de Portugal y el Athletic.
Y Mariano es la última joya de la corona madridista. Un ariete puro, un rematador nato. Acude con potencia a cazar todos los balones. Es pretendido por veinte clubes. Es, tras Cristiano, el mejor artillero del campeón del mundo.
Este es el Real Madrid, campeón de Europa y del Mundo, con once titulares y otro once de lujo en la reserva. El secreto de este overbooking es que no hay titulares fijos. Los que mejor están, juegan. Que se lo digan a Lucas. Y a James. Bendito problema, decía El Mangas, Luis Molowny, cuando tenía que sentar a figuras para que jugaran otras. Zidane se remanga las mangas y decide con personalidad que Casemiro y Kovacic deben jugar y no le tiembla el pulso.

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