El joven Mateo Kovacic tiene un ídolo en su carrera. Un ejemplo de superación. Un espejo donde mirarse para llegar a lo más alto desde un país, Croacia, que sufrió una espeluznante guerra y dejó huellas que tardarán décadas en superarse. El ejemplo de Kovacic, inminente fichaje del Real Madrid, se llama Luka Modric, un futbolista genial que en su edad juvenil no dejó de entrenarse y de jugar escuchando y observando los bombardeos desde la lejanía. Recluido en la costa, en una isla, pudo continuar entrenándose mientras la guerra asolaba a la población croata. La guerra no podía cercenar su carrera. Era un mago del regate, del toque de balón. Un ídolo nacional.
Luka sudó mucho para triunfar a escala internacional. Llegó al Tottenham y allí fue uno de los grandes. Hasta que el Real Madrid le elevó a la gloria. Modric ya intervino en la adquisición de su compañero Bale hace dos años. Mientras Florentino Pérez negociaba el difícil traspaso del galés por 91 millones, Luka le decía a Gareth que presionara al Tottenham para venirse, como hizo él un verano antes. El presidente consiguió la contratación del mejor jugador de la Premier tras dos meses de trabajo. Ahora, el dirigente madridista ha rematado el fichaje de Kovacic ante el Inter, a falta de rubricar los contratos, y Modric dialogó con Kovacic y le aconsejó que se viniera a la casa blanca. “!Mateo, diles que quieres venir al Real Madrid”.
El joven mediocampista quien escuchaba a Modric en las concentraciones de la selección croata y le preguntaba cómo era militar en el Real Madrid y soportar esa presión. Luka le contestaba que jugar en el Real Madrid era lo más grande, porque todo adquiere una trascendencia suprema. La presión mediática es enorme y todo se multiplica, para bien o para mal, el éxito y la derrota. Modric le explicó que jugar en el Real Madrid era el cum laude de una carrera. Si se soporta la presión y se demuestra tu calidad, después, todo lo demás es secundario. Ya no habrá presión superior a esa.
Mateo sabía que estaba en la órbita del Real Madrid desde el año pasado. Y ahora, al conocer la negociación, habló con Modric. “¡Luka, quiero venirme contigo al Real Madrid!”. Su ídolo le dijo que presionara para que no dejara escapar esta oportunidad, pues el Liverpool, el Arsenal y el City también le pretendían. Kovacic viene al Real Madrid. Y tendrá a su ejemplo, Modric, como mejor apoyo en el vestuario para crecer futbolísticamente.
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