Los redactores del servicio público de radio, televisión e Internet del Reino Unido, la BBC, tienen fama de practicar un inglés ejemplar. Los periodistas de aquí gozamos de un prestigio similar referente al español, aunque invertido: lo correcto es no imitarnos. Mi condición de redactor me da la oportunidad gozosa de convivir con gente que me facilita ejemplos cotidianos de aberraciones gramaticales. Perlas que esquivar. Les refiero las tres más recientes que demuestran que, mientras su cuerpo permanecía en el aula durante las clases de redacción sufragadas con dinero público, mi compañera vivió una vida astral paralela en un lugar remoto y feliz en el que no se contaminaba con ningún conocimiento.
Más mayor: para comparar basta con mayor…que es precisamente un comparativo que no necesita el adverbio más. Quiere decir más grande que o más viejo que. La palabra que expresa un sentido opuesto a pequeño no es mayor, sino grande. Debemos decir sencillamente Pepito es mayor que Juanito y no *Pepito es más mayor que Juanito, ya que jamás afirmaríamos que *Pepito es más menor que nadie. Nuestros mayores también son nuestros ancestros, pero éstos tampoco son más antepasados ni menos antepasados que ninguna otra persona. El diccionario de la Real Academia recoge el sintagma acemilero mayor, que designa al jefe del oficio de la acemilería. Una acémila no es un redactor, sino una bestia de carga. Una mula, vamos.
Vinistes: periodistas, contertulios, diputados y otros coyotes agregan a menudo una s a la segunda persona del singular del pretérito de indicativo. Esto difunde ese uso lingüístico de pesadilla a través de la tele resulta incorrecto y no se ajusta a la conjugación actual, aunque sí estuvo presente en formas arcaicas del español. No se dice *hicistes,*saltastes, *bebistes ,*te embrutecistes ni *te envilecistes. También es monstruoso el vocativo *oyes.
En lugar de decir *oyes es preferible chistar a las personas como a las bestias, o emitir un regüeldo o cualquier otro sonido llamativo que pueda atraer la atención de los demás.
A una mala: creo que esta pesadilla sustituye a la expresión correcta en el peor de los casos en el habla de la gente que no ha tenido contacto con los libros.
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