ABC
Suscríbete
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizMi ABCABC
Blogs Pienso de que por Rafael Cerro Merinero

Rumores de bomba

Rafael Cerro Merineroel

El último rumor que acaba de llegarme viene de una persona muy cercana y a través de Whatsapp. Parece inocente, pero está elaboradísimo para que haga el mayor daño posible, para ser devastador:

“Este fin de semana evita los centros comerciales, sobre todo El Corte Inglés. Hay amenaza de bomba. Lo ha recibido X [alguien muy próximo al firmante] que tiene un amigo que trabaja en el CNI y no suele mandarle nada”.

Quien me lo envía lo hace con buen propósito, pero quien lo emitió alberga efectivamente muy mala intención. El autor del bulo especifica a qué tienda hay que perjudicar y recomienda hacerlo concretamente a partir del viernes por la tarde. De modo que sabe que mi vida correrá un gran peligro pero no ahora, sino durante los días de mayor facturación del comercio.  El intoxicador puede hacer un daño inmenso. De hecho puede vaciar los almacenes, porque nosotros no cuestionamos los rumores, sino que nos ponemos a difundirlos, en cuanto nos llegan y sin confirmarlos, a través de Internet. Decimos “es que la fuente era el CNI”, pero no llamamos allí para contrastar nada. Lo hacemos porque creemos en el propio bulo, porque éste tiene morbo, porque mola dar la imagen de que conocemos informaciones confidenciales y estamos en la pomada, y porque sabemos que a través de la Red podemos llegar a muchísima gente. En este caso, la fuente (falsa) es ésa: el mismísimo CNI. Es el Centro Nacional de Inteligencia, que antes se llamaba Centro Superior de Investigaciones de la Defensa, y esta otra ramificación del mismo rumor lo ha convertido ¡el Centro Superior de Investigaciones Científicas! Quien difunde esto de aquí abajo intuye que todo es mentira…pero no quiere renunciar a su protagonismo.

La imagen se amplía pinchando:

 

La policía española combate los rumores tan eficazmente como se puede, lo que nunca es suficiente. En esta ocasión lo ha hecho a través de Twitter:

 

 

Muchos (creo que puedo estar refiriéndome a cientos de miles de personas) difundieron el año pasado y el anterior una carta enviada por un supuesto enfermo de fibroplastia osificante progresiva  que necesitaba ayuda. Parecía muy fiable porque provenía de la subdirectora de Enfermería del Hospital General de Ciudad Real y aportaba tres números de teléfono, pero también era basura: cuando llegué al hospital, esa persona no trabajaba allí desde hacía más de un año y ninguno de los números telefónicos existía en realidad.

El rumor (en la terminología internacional hoax, que significa lo mismo) como fenómeno de Internet se diferencia del tradicional en que no suele deformarse mucho, pues opera por escrito (aunque hoy hemos visto que a veces puede hacerlo) y en que su difusión es masiva. Se asemeja en que tiene pretensión de veracidad; en que parte de una fuente sólo aparentemente fiable, y en lo que intenta: desprestigio de algo o alguien, consecución de listas de direcciones electrónicas o simple diversión. Los bulos que más arraigan acaban convirtiéndose en leyendas urbanas. Alguien difundió como real un montaje fotográfico de un tipo en una de las Torres Gemelas con un avión a punto de impactar en ella.

 

 

Otro rumor afirma que los imanes de la nevera son peligrosos porque afectan ¡a lo que hay dentro, a través de la puerta! Otro, que la sacarina es cancerígena…pero la sacarina no está prohibida. ¿Lo difundiría alguien muy listo que envasa alguna otra sustancia para endulzar? Otro, que el calor provoca que los envases plásticos liberen dioxinas cancerígenas y el científico Johns Hopkins lleva ocho años intentando quitárselo de encima. Otra especialidad es la de niño enfermo: cuando la gente está enloquecida difundiendo su foto a través de Twitter intentas contrastar el asunto y el niño no existe casi nunca.

Ser inteligente también significa ser crítico. No comamos basura. Y reflexionemos: podemos hacer mucho daño si difundimos cada patraña que leemos.

Más vida en @rafaelcerro

Lenguaje EspañolOtros Temas

Tags

Rafael Cerro Merineroel

Post más recientes