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Blogs Pienso de que por Rafael Cerro Merinero

La máquina de vending

Rafael Cerro Merineroel

 

Algunos de nuestros errores lingüísticos son repeticiones de lo que oímos a menudo. La desidia, el miedo a reaccionar contra una sandez que se pone de moda o la simple ósmosis de lo cotidiano son, frecuentemente, causas de la degeneración de nuestro discurso. Laxitud o temor nos impiden convertirnos en el niño de Andersen, un valiente que gritó que el emperador estaba desnudo y unos golfos los estaban estafando a todos por ruines. Hoy, ese niño gritaría “¡Unos imbéciles han dicho que han quedado ante la máquina de ‘vending!” y el artefacto volvería a ser una máquina de Coca Cola o de bocadillos. Los españoles hablaríamos en español.

Con o sin anglicismos, hay muchos ejemplos de errores y despistes que cualquiera puede cometer por simple influencia del entorno y de los medios de masas. Repasemos algunos.

 

Muffin (antaño magdalena)

 

New street smoking

 

Mejorando lo presente: si en presencia de una fémina alabamos la belleza de otra, no intentemos borrar nuestra muestra de mal gusto con el cliché “mejorando lo presente”. Con él estamos insistiendo en el mensaje “ella es más guapa y usted, la hembra del Minotauro”. Incluso si la señora es un vestiglo, la fórmula correcta es “mejorándolo lo presente”, que quiere decir “usted es más hermosa que aquélla más lejana”. “Mejorándolo lo presente” es difícil de pronunciar y, por eso, la palabra se acortó por haplología. La impudicia también fue un día impudicicia. En algunos lugares se dice cejunto en lugar de cejijunto debido al mismo fenómeno.

 
Volar por los aires: no se puede volar por muchos otros lugares. Sí es cierto que la redundancia refuerza mucho el significado de la frase.

 

Beware of the butano truck

 

En olor de multitudes:  La expresión original quizá fuera “en loor de multitudes”, lo que quiere decir “en elogio de multitudes”. Pero “loor” degeneró en “olor”, quién sabe si porque el pueblo hablante se concienció de que las masas no eran precisamente fragantes. Hay demostraciones claras del hecho en las muchedumbres que siguen al Papa o en algunos usuarios del Metro de Madrid que fermentan a partir del mes de mayo. Auténticas tormentas para los sentidos. También puede que “en loor de multitudes” fuera simplemente un cultismo de uso anecdótico.

 

El cadáver de un muerto: escuchado en la radio. Sin comentarios.
Cambiar la caca: aun admitida por la Real Academia, esta expresión no parece ceñirse mucho a la lógica. Si, en lugar de quitar, cambiamos la caca, ¿de dónde sacaremos la necesaria para rellenar el pañal del niño por reposición?

 

Más vida en @rafaelcerro

 

AnglicismoLenguaje Español

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