Astrónomos han concluido que el mayor cúmulo globular de la Vía Láctea no puede albergar planetas estables como para albergar vida, a causa de las interacciones entre estrellas que los desplazan
Los cúmulos globulares se encuentran, sin duda, entre los objetos más fascinantes de cuantos observan los astrónomos. Se trata de auténticas «esferas de estrellas» repartidas por el halo de numerosas galaxias, incluida la nuestra, cada una de ellas formada por decenas de miles, incluso por millones de soles individuales densamente apretujados en un espacio relativamente pequeño.
Se conocen ya unos 150 cúmulos globulares diferentes en nuestro halo galáctico, y para hacerse una idea de lo densamente empaquetadas que están las estrellas que los forman, baste con decir que si la Tierra se encontrara en el interior de uno de ellos, nuestras noches se verían iluminadas por un tapiz de brillante luz contínua en lugar de por unos cuantos puntos luminosos en un cielo predominantemente negro…
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Ciencia