No cabe duda. Nuestra galaxia, la Vía Láctea, está sufriendo, literalmente, la invasión de una gran oleada de… estrellas alienígenas. O por lo menos esa es la extraordinaria conclusión a la que ha llegado un equipo de científicos de la universidad australiana de Swinburne, que han publicado un estudio en el que concluyen que uno de cada cuatro cúmulos de estrellas de la Vía Láctea procede, en realidad, de alguna parte de “fuera” de ella.
Lo cual significa un número inmensamente grande de soles “extranjeros”, del orden de decenas de millones de ellos. De alguna manera, esa enorme cantidad de soles se formaron en otras regiones del Universo y después “emigraron” hacia nuestra particular isla espacial. “Se hace evidente -asegura el astrónomo Duncan Forbes, investigador principal del estudio- que muchas de las estrellas y cúmulos que vemos cuando observamos el cielo no son nativos, sino aliens procedentes de otras galaxias. Y que se han estado dirigiendo hacia nosotros durante los últimos miles de millones de años”.
La imagen, obtenida por el Hubble, muestra el cúmulo globular Messier 80, un objeto formado por cientos de miles de estrellas y que se encuentra en la dirección de la constelación del Escorpión. Se conocen unos 160 cúmulos globulares como éste dentro de la Vía Láctea.
Fesde hace tiempo, los investigadores sospechaban que algunos de estos cúmulos (agrupaciones de estrellas que pueden contener desde 10.000 a varios millones de ellas cada uno) no habían nacido aquí, sino que venían del exterior. Pero eso era algo difícil de demostrar.
Sin embargo, utilizando los registros del Telescopio Espacial Hubble, Forbes y su colega canadiense Terry Bridges han elaborado la mejor base de datos de cúmulos estelares que existe sobre nuestra galaxia. En ella se recogen con detalle las propiedades químicas, la composición y la edad de más de 150 de estas impresionantes agrupaciones de estrellas.
“Utilizando esa base de datos -explica Forbes- hemos sido capaces de identificar aspectos clave en muchos de esos cúmulos que nos han revelado sus historias y su origen externo. Y hemos determinado que estos cúmulos globulares foráneos suponen, en la actualidad, cerca de un cuarto de todos los que podemos ver en la Vía Láctea”.
“Eso implica – continúa el astrónomo- que decenas de millones de estrellas individuales se han ido sumando y haciendo que nuestra galaxia crezca”. Los investigadores tambén sugieren que la Vía Láctea podría haberse “tragado” muchas más galaxias enanas de lo que se pensaba hasta el momento.
De hecho, se han dado cuenta de que muchos de los cúmulos estelares identificados como alienígenas formaban parte, en su origen, de alguna de esas mini galaxias satélites. “Nuestro trabajo muestra que hay más restos de galaxias enanas dentro de la Vía Láctea de lo que se creía. Otros estudios habian confirmado hasta ahora la existencia de dos de esas galaxias enanas dentro de nuestra Vía Láctea, pero nuestra investigación sugiere que debería de haber por lo menos otras seis que aún están por descubrir”.
“A pesar de que las galaxias enanas están rotas y sus estrellas han sido asimiladas por nuestra propia galaxiaa, los cúmulos globulares que alguna vez formaron parte de ellas siguen intactos y han sobrevivido al proceso de acreción”. Forbes añade que “tendremos que explorar más, pero es una interesante perspectiva que nos ayudará a comprender mejor nuestra propia historia”.
Para saber más sobre los cúmulos globulares, nada mejor que ver este vídeo.
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