Si está a punto de llegar un nuevo miembro a la familia estás justo en el momento de tomar innumerables decisiones. Pero, es importante parar un segundo y dedicarle tiempo a decidir en qué carrito vas a llevar a tu bebé.
Los cochecitos cambian año tras año, buscando diseños y funcionalidades que cubran las cada día más exigentes condiciones de los papás. Estos son algunos de los criterios más importantes a tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión:
- Fíjate en las dimensiones del carrito, y piensa detenidamente si cabe en tu coche, en tu ascensor, en tu casa…
- Mucho mejor si es ligero y que el plegado sea fácil, si se puede hacer esa operación con una sola mano -piensa que quizá tengas a tu hijo en brazos mientras lo haces- mejor.
- Es importante que el carrito tenga una maniobralidad alta, sobre todo si tienes otro hijo y le llevas cogido de una mano, mientras que con la otra diriges la dirección del carrito.
- No dejes de tener en cuenta la capota de lluvia, así como el saco y la sombrilla. Son elementos a los que darás mucho uso.
- En esta línea, los frenos han de ponerse y quitarse de forma sencilla.
- Las ruedas que se adaptan al terreno son más prácticas que las lisas, que te pueden hacer resbalar en condiciones de lluvia o nieve.
- Y por supuesto, observa el espacio para colocar la bolsa del niño. Los bebés se mueven con un equipaje cargado y voluminoso que viajará entre ti y el carro, busca tu comodidad y la del niño por encima de todo.
Existen ciertos modelos que cubren todas las necesidades del transporte de un bebé, es decir, son carritos, sillitas y sistemas de sujeción para el automóvil todo en uno. Y es que ten en cuenta que los bebés, a partir de los seis meses, ya prefieren ir incorporados mirando lo que sucede a su alrededor.
En caso de que optes por esta solución 3 en 1, ten también en cuenta:
- Que la sillita, una vez quitado el capazo, sea cómoda.
- Son fundamentales los sistemas de seguridad de la sillita. Un cinturón que se abroche y desabroche de forma cómoda, así como una barra que quede bien anclada para que el pequeñajo no se caiga.
Con esta serie de consideraciones, ya estás en condiciones de elegir el primer sistema de transporte de tu hijo.
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