El verano no es la única estación propicia para hacer viajes en familia, el resto de las estaciones cuentan con su propio atractivo, siempre dependiendo del tipo de actividades que nos guste realizar. Durante el invierno, y aprovechando los fines de semana y la Navidad, también acostumbramos a hacer pequeñas escapadas. A pesar de la cercanía en nuestros desplazamientos durante esta época, hay que tener en cuenta algunos consejos que harán que nuestros recorridos en coche sean más amenos, cómodos y seguros para toda la familia.
Lo primero que hay que hacer ante este tipo de viajes en épocas invernales es revisar el coche. Puede parecer algo secundario, pero es muy importante garantizar que el automóvil está en buenas condiciones para afrontar la lluvia, niebla o incluso nieve que nos podamos encontrar. A parte de esta revisión en un taller especializado, es recomendable llevar cadenas. Aunque miremos la previsión meteorológica y no anuncien precipitaciones, el pequeño maletín de las cadenas no será un estorbo en el maletero, sino una medida de precaución.
Aunque parezca obvio, es necesario llevar ropa de abrigo, siempre incluyendo prendas extra para su uso durante el recorrido. A pesar de llevar la calefacción puesta, es muy recomendable llevar un jersey de sobra o incluso alguna mantita con la que poder tapar a los pequeños en caso de que tengan frío. La fuente de aire caliente puede estropearse, así que siempre es mejor llevar estas prendas extra. La temperatura debe rondar los 22º, y evitar que el aire de directamente sobre los niños.
Como medio de distracción para esos momentos en los que los niños empiezan a inquietarse durante el viaje siempre es bueno llevar algún peluche o juguete que les entretenga, a parte de los juegos tradicionales de los que ya hemos hablado en alguna ocasión. Algo de comida y bebida también es recomendable, aunque las paradas al menos cada dos horas deberían ser casi obligatorias.
La comida también es fundamental. Aunque el viaje no dure muchas horas, siempre es bueno llevar algo de fruta y agua o zumos para calmar el apetito que pueda surgir durante el recorrido.
Siguiendo estos pequeños consejos la familia al completo podrá disfrutar de los viajes, divirtiéndose y viajando con total seguridad.
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