Teresa Zafra el 04 mar, 2014 Venimos de un fin de semana fuera en el que MartÃn ha estado con nosotros, pero también con sus abuelos y tÃos. Nosotros hemos aprovechado para descansar, que falta nos hacÃa, y para “desconectar” algunos ratos de nuestra función de padres. Al tener  a parte de la familia lejos, los vemos menos de lo que nos gustarÃa y, cuando nos reunimos, ellos están deseando hacer con nuestro hijo actividades cotidianas que nosotros realizamos a diario. Os prometo que algunas veces casi hay que hacer cola para darle la cena, el biberón de antes de dormir, o para vestirlo. Nosotros, encantados, porque aunque nuestro hijo es lo mejor que nos ha pasado, es cierto que a veces el cansancio pasa factura y traspasa lo fÃsico para convertirse en mental. Me he encontrado padres que se culpabilizan por tener deseos de descansar de sus hijos, y que no llegan a dar el paso para hacerlo. Yo también he sentido alguna vez este miedo, pero, cuando finalmente me veo sin hijo un rato, paso de estar cansada de hacer lo mismo una y otra vez, de no poder hacer la mitad de las cosas que hacÃa antes, a verme, en el cine, echando de menos al peque y deseando volver a casa para darle la siguiente comida o cambiarle el próximo pañal. Reponer fuerzas es, como os digo, de importancial vital para mà y es, entre otras cosas, el motivo de que este post sea cortito: aprovechar el fin de semana para descansar me ha dejado poco tiempo para este blog, pero, por una vez, espero que me disculpéis yprometo  volver la semana que viene con mucha más energÃa. maternidad Comentarios Teresa Zafra el 04 mar, 2014