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Blogs Las aventuras de una madre primeriza por Teresa Zafra

Proyectar nuestras aficiones o sueños en nuestros hijos

Teresa Zafra el

Buenos días!

Siempre me han gustado mucho mucho los bloques de madera. Tal vez por mi formación de arquitecta, por estética o por algún motivo del que ni siquiera soy consciente, como os digo, me encantan.

Martín no nos ha pedido aún unos, claro está, pero ya los tiene. Hace un par de semanas que llegaron a casa estos bloques de madera de Ski Hop directos de MiBabyClub

Que Martín tenga unos bloques de madera porque a mi me gustan me da que pensar y me hace ser consciente de una realidad: los padres proyectamos en nuestros hijos nuestros gustos y nuestros sueños frustrados.

A todos se nos viene a la cabeza leyendo esto el típico caso de padres que intentan que sus hijos cumplan sus sueños frustrados de ser futbolistas, actores, cantantes o bailarinas. Esto, por supuesto, son casos extremos y no demasiado frecuentes, pero sirven para ilustrar el tema.

Me preguntaba si es contraproducente intentar que nuestros hijos se interesen por aquello que a nosotros nos gusta hacer en nuestra vida diaria o en nuestro tiempo libre, porque soy una fiel defensora de la idea de que los niños deben aprender a pensar por sí mismos y a elegri su propio camino.

Al final, me queda claro que obligar a nuestros hijos a ser fultbolistas solo porque sus padres quisieron serlo en su dia, no es de recibo.

Sin embargo, mostrar a nuestros peques aquello que nos gusta, como montar en bicicleta, patinar, o cocinar, puede tener consecuencias positivas en nuestra vida familiar: si disfrutamos de alguna actividad juntos, es muy probable que lo sigamos haciendo a lo largo de los años, y que es vínculo permanezca. Como os digo, no soy partidaria de obligar, pero igual sí de enseñar u ofrecer. Si nunca enseño a mi hijo mi colección de monedas antiguas es poco probable que se interese por este tema fuera de casa. La clave, desde mi punto de vista, es ofrecerles.

Además, me encanta la idea de que ellos también nos ofrezcan compartir sus aficiones, y de que nosotros podamos coger el gusto a nuevas actividades que conozcamos a través de ellos. Para nosotros, evidentemente, aún es un poco pronto (Martín no ha cumplido un año) pero quiero tenerlo en perspectiva.

Creo que cuando sea algo mayor haremos, por ejemplo, sesiones de palomitas y pelis de las que nos gustan a su padre y a mí como hace Pili!

 

¿Qué opináis?

 

 

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Teresa Zafra el

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