La revista “Política Exterior” y la publicación digital “esglobal”, editada por Fride, han tenido la feliz iniciativa de convocar, antes de que nos arrolle la vorágine electoral, un encuentro para tratar de conocer los programas en materia de política exterior que van a defender los principales partidos.
No duden de que ese asunto estará prácticamente fuera de los debates electorales. En España, sus responsables políticos, viven cada vez más ajenos a lo que sucede más allá de nuestras fronteras, a pesar de que cada vez la interdependencia es mayor, como demuestra la crisis de los refugiados que vivimos en estos momentos. Tiene razón, por eso, José Ignacio Torreblanca al hablar de una España ensimismada centrada en promover su propio bienestar y cuyos dos últimos presidentes de Gobierno han demostrado un escaso interés por ponerse al frente de la dirección de la política exterior.
El encuentro con los responsables de las cuestiones internacionales en las principales formaciones, en el que participaron también varios analistas, profesores y periodistas era pues oportuno y resultó útil, incluso con la ausencia del representante del PP; José Ramón García-Hernández, que se vio obligado a realizar un viaje de última hora.
Los otros participantes fueron: José Manuel Albares, por el PSOE; Francisco Andrés, por Ciudadanos, y Pablo Bustinduy, por Podemos. La principal diferencia a la hora de presentar sus intervenciones resultó ser que mientras el representante socialista ofreció unos grandes ejes del programa electoral, con algunas concreciones, los de Ciudadanos y Podemos optaron por una líneas generales más centradas en denunciar que en ofrecer alternativas.
Posiblemente, lo más relevante fue la confesión de Bustunduy (en la imagen) de que su partido no tiene aún elaborado el programa electoral en materia de política exterior y que está analizando las numerosas propuestas que les van llegando de sus bases. Bustunduy, de 33 años, dominador de varios idiomas y con estudios en París y experiencia como profesor universitario en Nueva York, es el coordinador del área de relaciones internacionales de Podemos. Ha vivido durante siete años en Estados Unidos y ninguno en Venezuela, según él mismo subraya. Quizás por eso prefiere hablar más del primer país que del segundo y subraya que es necesario revisar las relaciones con Washington y que no le gusta nada que España haya aceptado la presencia permanente del mando militar de Estados Unidos para África en la base de Morón, ni el escudo antimisiles de Rota. Aunque no concreta mucho, sí tiene claro que hay que revaluar la participación de nuestras Fuerzas Amadas en las misiones militares en el extranjero y reclama también una estrategia paneuropea de seguridad y defensa que incluya a Rusia.
Dadas las pocas manifestaciones de los dirigentes de Podemos sobre asuntos relativos a la política internacional, son de agradecer las de Pablo Bustunduy. Después de escucharlas, a uno le resulta difícil imaginarse como se compaginaría, en caso de unos pactos postelectorales para gobernar, una visión bastante trufada de antimilitarismo como la de Podemos con la del PSOE, que es consciente de que se debe mantener la relación con Estados Unidos y que no se puede volver al trasnochado antinorteamericanismo que tanto le costó purgar a José Luis Rodríguez Zapatero.
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